Sobrevolaba alrededor de la gala el
comunicado de la Unión de Actores reclamando un “No a los recortes”
generalizado durante la gala y la posterior respuesta del presidente
Enrique González Macho tratando de apaciguar los ánimos con la intención de
evitar la politización de la 27 ceremonia de los Goya. Todo parecía indicar que
habría turbulencias en la velada.
Tristán Ulloa justificaba su ausencia en
twitter por cuestiones de censura y el diario ABC llegaba al extremo de
solicitar a RTVE que no llevase a cabo la retransmisión. Se
apostaba por quien sería el primero que haría una broma acerca de los famosos
“sobres” de Bárcenas y la presencia en el auditorio del ministro Wert aumentaba
las posibilidades de las alusiones políticas directas.
Sin embargo la gala de los Goya
del 2013 no pasará a la historia tanto por su carácter reivindicativo como por los equívocos o disparates que estos premios nunca son
capaces de esquivar.
Empezó Eva Hache con un divertido
sketch que parodiaba a “Bienvenido Mr.Marshall”. Berlanga siempre es una buena
referencia, y más en estos tiempos donde el país parece una broma pesada con la
que el desaparecido director valenciano podría hacer su mejor película. En el
balcón del Ayuntamiento de Guadalix de la Sierra, Hache dio un repaso al estado
del cine español y gente como Fernando Colomo, Paco León o Julián López le
dieron la divertida réplica desde la plaza del pueblo.
Fue un espejismo de lo que
vendría después, puesto que Hache no logró estar tan acertada como en el
prólogo, con sus tímidos monólogos que parecían salidos del peor programa de
“El club de la comedia”.
Tom Holland atendía desde el
patio de butacas, seguramente estupefacto, a las palabras de Hache y era el
primero en probar el sabor de la derrota. Actor
Revelación era el premio tempranero de la noche y Joaquín Núñez
por “Grupo 7”
se hacía más que merecidamente con el galardón. “Lo Imposible” perdía así la
primera estatuilla de una velada en la que, sin embargo, se repartiría gran
parte del pastel con la máxima nominada “Blancanieves”.
Pronto comenzó la película de
Pablo Berger a acaparar premios, Dirección Artística para Alain Baineé o
Vestuario para Paco Delgado, nominado además al Oscar por “Los Miserables”.
La gala se detendría para el
inevitable discurso del presidente de la Academia. Gonzalez Macho
habló de la subida del IVA, de la piratería, de los buenos resultados anuales
de taquilla, del estado de la cultura y hasta de radio televisión española.
Discurso largo y carente de garra en el que hasta el ministro Wert miraba el
móvil en lugar de atender a sus palabras.
Tras el speech de González Macho,
“Lo Imposible” comenzó a ganar. Mejor Montaje para ella en una categoría donde
“Blancanieves” partía como favorita por el gran trabajo de edición de Fernando
Franco. Raúl Arévalo, Carlos Areces y Javier Cámara presentaron los cortos
ganadores, dieron buena promoción a “Los amantes pasajeros” de Almodóvar y de
paso hicieron el primer chiste fácil de “sobres” de la noche. No pronunció la
palabra “sobre” Candela Peña, pero si fue quien dejo el discurso más
contundente, crítico y directo de la gala. Sanidad, educación y trabajo condensados en
apenas 1 minuto de agradecimiento para la actriz de “Una pistola en cada mano”
que tras varios años de parón laboral volvía por la puerta grande con un premio
de Actriz Secundaria bajo el brazo.
Una de las estrellas de la noche
era Concha Velasco, Goya Honorífico de esta edición. La actriz se marcó un
personal monólogo sobre sus anteriores y desafortunadas nominaciones al Goya para
posteriormente recibir un regalo de la Academia en forma de popurri musical de
algunos de sus temas más populares. Para taparse los ojos y también los oídos
viendo a Amaia Salamanca, Miguel Ángel Muñoz o a Carlos Santos ponerse en
evidencia y haciendo buena al rap de Resines de la pasada edición.
Un Carlos Santos (AKA Povedilla)
que acompañado de Adriana Ugarte fueron responsables de una de las mayores
cagadas de la historia de los Goya. Nadie sabe ni como ni porque se hicieron un
lio con vete tú a saber cuantos sobres y nombraron a “El nens salvatjes” como
Mejor Canción para rectificar cuando estos ya celebraban y bajaban las
escaleras para recoger su premio.“Blancanieves” era, en realidad, la ganadora,
y el bochorno se instaló en el auditorio. Lejos de arreglar el error y pedir
disculpas, Santos aumentó el destrozo haciendo bromas sobre la confusión
mientras Adriana Ugarte parafraseaba al Rey Don Juan Carlos con un “Perdón por
el error, no ha sido aposta, no va a volver a suceder…o sí”.
Fernando Trueba, al que uno de
los reporteros del programa “Gente” le había dicho en la alfombra roja “eres un
director estrellado”, veía la gala con estupor. Su película “El artista y la
modelo” se iría de vacío a pesar de sus 13 candidaturas. Incluso “Grupo 7” sumaría más de un Goya
gracias a Julián Villagrán por su papel de yonki en la película de Alberto
Rodríguez. Mejor Actor Secundario para él. “No tiene merito para mi hacer de
yonki” llegaría a declarar el protagonista de “Extraterrestre”.
También tendría razones para ser
feliz, “Las aventuras de Tadeo Jones” que lograba 3 Goyas, Película Animada,
Guión Adaptado y Director Novel, superando a los 2 premios que el pasado año
consiguió otra película animada, “Arrugas”. Recompensa (excesiva, a todas
luces) a Enrique Gato y compañía por ser una de las películas españolas más
taquilleras del año y castigo de la Academia, a su vez, para Paco León,
probablemente por salirse del tiesto de la exhibición cinematográfica y porque
su película, en realidad, está un tanto sobrevalorada. El vástago de Carmina
Barrios se quedó sin premio a la Dirección Novel igual que su madre perdió el de
Actriz Revelación frente a Macarena García, la Blancanieves de Berger que ya
ganase en San Sebastián. Mala noche para los León.
Y si ganó la buena de
Blancanieves también hubo premio para su antagonista, la malvada madrastra
encarnada por Maribel Verdú en la película de Pablo Berger. Segundo y merecido Goya en la
carrera de Verdú. Si de algo sirvió la edición 27
de los Goya fue para arreglar una de sus más graves omisiones. José Sacristán
ni había estado nominado ni por supuesto contaba con un Goya en su haber. Hasta
hoy. El veterano “cara de acelga” logró su primer cabezón por la película de
Javier Rebollo “El muerto y ser feliz”, dejando claro en su discurso de
agradecimiento que su presencia y su voz es historia del cine español.
La falta de inspiración humorística
en la ceremonia que otros años se encargó de arreglar Santiago Segura, vino de
la mano de los humoristas chanantes, que hicieron gala de su humor absurdo con
unas reivindicaciones para los Goya llenas de su peculiar talento (bravo por el
cíclope, Joaquin Reyes en esmoquin). Pediría desde aquí
que fuesen maestros de ceremonias de ediciones futuras de los Goya, pero los
aprecio demasiado como para desearles algo así, aunque van sobrados de capacidades.
Y para cerrar la noche, un
reparto ecuánime para contentar a las dos grandes películas del año.“Blancanieves”
ganaba guión original y película (premios para Berger) y “Lo Imposible” daba a
Juan Antonio Bayona el Goya a Mejor Director, una separación la de Director y Película
que no ocurría en los Goya desde el año 2001 cuando “El bola” ganaba Mejor Película
y José Luis Borau (uno de los grandes rostros que llenaron el In Memorian de
esta edición) se hacía con el premio de dirección.
Bayona exteriorizó su sorpresa
por el inesperado premio, se lo ofreció a Maria Belón, la madre real de su
historia del tsunami y de paso se hizo una rotura de fibras en el gemelo que
acabó con él en Urgencias. Lisiado pero feliz puesto que su película pudo hacerse notar ganando 5 Goyas entre el dominio absoluto de "Blancanieves" que con 10 premios y su arriesgada apuesta muda ya entra a formar parte de las películas más premiadas y relevantes de la historia del cine español.
PD 1: Mención especial a la locaza cubana al borde de un ataque de nervios que subió a recoger el premio a Juan de los Muertos
PD 2: Mención especial a Javier Bardem, que desde que es padre se ha docilizado.
PD 1: Mención especial a la locaza cubana al borde de un ataque de nervios que subió a recoger el premio a Juan de los Muertos
PD 2: Mención especial a Javier Bardem, que desde que es padre se ha docilizado.
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