La llegada de un biopic sobre el
bueno de Disney podría habernos dado algo de luz acerca de su controvertida
figura, sin embargo no cabía esperar un arrebato de valentía y verdad en “Al
encuentro de Mr.Banks” ("Saving Mr.Banks"), película producida por la propia compañía Walt Disney y
enmarcada en la tendencia poco reveladora y muy complaciente de biopics sobre
grandes personajes del Hollywood clásico como Marilyn Monroe en “Mi semana con
Marilyn” o Alfred Hitchcock en “Hitchcock”, títulos que abordaban
tangencialmente las fuertes y controvertidas personalidades de estos mitos del
cine, anteponiendo a ellos una figura externa que acaparaba inesperadamente el
protagonismo de ambas cintas. Biopics de la persona detrás de la persona.
Por tanto, lo que significó el
ayudante de dirección Colin Clark (Eddie Redmayne) en “Mi semana con Marilyn” o
la abnegada esposa y colaboradora de Alfred Hitchcock, Alma Reville en
“Hitchcock”, significa ahora en “Al encuentro de Mr.Banks” la escritora
australiana P.L.Travers, creadora de Mary Poppins y testaruda a la hora de
mantener intacta la integridad de su novela infantil frente a las ideas
animadas de Walt Disney y su maquinaria de entretenimiento.
Estamos, pues, ante la historia
de un duelo de obstinados, una guerra de intenciones que ejemplifica la eterna
disputa entre productor y autor por la fidelidad de una adaptación y a la que Tom Hanks y Emma
Thompson saben dotar de credibilidad y empatía convirtiendo, por momentos, a
“Al encuentro de Mr.Banks” en una apreciable muestra de cine interpretativo, de
reto actoral entre ambos actores por dar la réplica perfecta. La cinta de John
Lee Hancock (“The Blind Side”) se enriquece de la fuerte presencia de ambos
actores y en cada una de sus rivalidades la película crece en interés y en
atractivo. Incluso Thompson (excelente e injustamente olvidada en los Oscar) consigue
capturar la esencia de su personaje más allá de sus enfrentamientos con Hanks,
en todas las secuencias en que su personaje, P.L.Travers, conecta/choca con los
hermanos Sherman (Jason Schwartzman y B.L. Novak) responsables de himnos como
el “Supercalifragilisticoespialidoso”, con el guionista Don DaGradi o con un
modesto chofer que encarna con serena amabilidad Paul Giamatti, lo que convierte
también a “Saving Mr.Banks” en un encantador y cinéfilo acercamiento al proceso
creativo de una de las películas infantiles más importantes de la historia,
“Mary Poppins”.
Es por eso que las frecuentes
idas y venidas a la infancia de P.L.Travers en forma de flashbacks que exploran
el porqué de su perseverancia a la hora de mantener intactos a los personajes
de su novela en la adaptación cinematográfica, rompen el buen tono encontrado
en el continúo tira y afloja entre Travers y Disney y ponen el riesgo todo el
interés captado en el espectador, por mucho que Colin Farrell y Ruth Wilson se
esfuercen en componer una pareja de principios de siglo llena de problemas económicos.
“Al encuentro de Mr.Banks” no
despejará tus dudas sobre las diversas
leyendas alrededor de Disney, puede que no sea todo lo rigurosa que debería ser
con la creación de “Mary Poppins” (¿qué ha pasado con uno de los guionistas de
la película, Bill Walsh?) ni que cuente toda la verdad sobre P.L.Travers (su
lesbianismo, sus hijos adoptados), pero es innegable que, aún siendo sesgada,
la película de la que se adueñan Hanks y Thompson supone un cautivador ejemplo
de nostalgia y cinefília, con el que recordaremos lo mucho que nos sorprendió
ver pinguinos bailando junto a Dick Van Dyke o como Walt Disney fumaba a
escondidas en su oficina de Los Ángeles, en un anticipo de su fatal (y
¿criogenizado?) final.
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