10 de junio de 2014

Los chavales de “American Pie” acuñaron aquel término conocido como MQMF que situaba a la madre de Stifler como objeto del deseo sexual de los protagonistas de aquel revival actualizado del cine universitario setentero. En “Dos madres perfectas”, bien podría acuñarse un nuevo término que se situaría en las antípodas de aquel, HQMF, donde jovenes adolescentes y musculados serían el objetivo carnal de dos madres que comparten amistad desde la infancia y ahora también hijos.

“Dos madres perfectas” podría ser un título polémico por lo que su cruce sexual implica, sin embargo pareciendo algo más parecido a un anuncio de Dolce Gabbana o a las juergas felices de los anuncios de estrella damn, jovenes surfeando, rubias maduritas paseando por la orilla de la playa, casas idílicas y vasos de vino tinto en cenas al aire libre. Un arranque algo frívolo que no augura demasiado atrevimiento ni provocación en el posterior devenir de los hechos, en los que las relaciones cuasi incestuales de esta pareja de amigas permitian generar un poderoso melodrama de conflictos morales y emocionales.

Como historia eminentemente femenina “Adore” (como así se títula originalmente) es la adaptación de una novela corta de la ganadora del Premio Nobel, Doris Lessing, dirigida por una realizadora francesa , Anne Fontaine, cuyo cine ha estado marcado por el protagonismo de la mujer (“Cocó Channel, de la rebeldía a la leyenda”, “Chloe”) y producida por otra mujer, Naomi Watts también dominadora junto a una enorme Robin Wright Penn del protagonismo y la mirada de esta narración. Ellas sufren, disfrutan, callan, deciden y se equivocan en cada uno de sus movimientos impregnando de verdad a sus actuaciones, las cuales se situan muy por encima de las de sus alter egos masculinos (Xavier Samuel y James Frecheville), en cuyo enfoque está el gran punto débil de esta cinta. Los actos y las interpretaciones de los dos agitados vástagos de las protagonistas rompen con el drama, naturalidad, y reivindicación del poder de decisión femenino que aportan la pareja de rubias actrices a la historia original, convirtiendo a “Dos madres perfectas” en un cúmulo de caprichos sexuales que apenas esboza un par de reflexiones sobre los límites del deseo y el elogio de la carnalidad femenina en su madurez.
Quizá por su indefinición a la hora de mostrarse más osada y explicita alimentado así la controversía de una historia de sexo socialmente impúdico haya sido relegada a un segundo plano en los estrenos cinematográficos del año, llegando más de año y medio tarde a las carteleras de nuestro país. Incapaz incluso de instaurar un nuevo término donde proclames en una sola palabra tu amor por el hijo de tu amiga.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

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