17 de junio de 2014


En nuestro recuerdo estaba la clásica Maléfica, villana por excelencia del universo Disney como un ser caprichoso y vil, enojada simplemente por no haber sido invitada al bautismo de la nueva hija de los Reyes. Semejante enfado bien valía un hechizo fatal que solo la buena fe de una de las pequeñas y bondadosas hadas pudo contrarrestar con la posibilidad de un beso feliz.

Ahora Disney, adaptandose a los nuevos tiempos, rehace el cuento y busca explicaciones a las motivaciones perversas de la cornuda hada mágica, alterando el concepto de maldad y bondad en todos los personajes del cuento tradicional. Maléfica abandona su condición de villana de manual para ser ahora victima y a la vez verdugo, castigadora y al tiempo tierna tutora de la joven y bella Aurora. Un ser oscuro por fuera pero también luminoso por dentro que se mueve por amor (o mejor dicho por desamor).

Así que por muy lúgubre que pueda lucir en apariencia, “Maléfica” no es sino una amable, y bondadosa versión del cuento, dirigida expresamente a un público infantil y juvenil, mayoritariamente femenino y en el que Angelina Jolie domina la función de principio a fin, con un personaje al que ella entrega su fuerte presencia y su imponente rostro interpretativo y del que recibe una aproximación decorosa y respetable a la altura de la que es una actriz de primera talla mundial y personaje público humanitario y ejemplar. Vamos, que más que ante Maléfica estamos ante Benéfica.
Alterados pues los mensajes originales del cuento, uno puede sentirse desorientado o encantado según sea su concepto sobre la historia original, teniendo que resetear su idea de cuento de hadas inocente y viriginal y/o interiorizar de una vez por todas que tras “Alicia en el país de las maravillas” o “Blancanieves y la leyenda del cazador” los cuentos que conocimos están abiertos y dispuestos a todo tipo de modificaciones argumentales además de propensos a ver recargados sus propios universos hasta aproximarse a la ostentación de las tres dimensiones.

Y es que estamos ante la era “Frozen”, donde las princesas ya no son perfectas, los principes son unos mindundis que ni pinchan ni cortan, los villanos del cuento se adueñan de las historias y el amor verdadero no están en un enamoramiento a primera vista sino en las relaciones fraternales y/o filiales. Corren nuevos tiempos para los cuentos de hadas. Ya no hay perdices, ni tampoco todos son completamente felices. Adios a la mágia, bienvenidos al mundo real.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

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