30 de julio de 2013
7 MOMENTAZOS DE "BREAKING BAD" (SPOILER ALERT)


La espera ha sido larga pero será satisfactoria. "Breaking Bad" llega a sus ocho episodios finales más de un año después de ese plano del cuñadísimo Hank sentado en la taza del wc. Jamás un momento íntimo en un retrete supuso una revelación tan grande como la que el agente Schrader descubrió. El secreto de Walter está ahora expuesto y quizá ahora empecemos a entender el porqué de ese flashforward con el que inesperadamente se abría la quinta temporada.
Vince Gilligan ha asegurado que el colofón de la que ha sido la gran serie televisiva de los últimos años estará a la altura de los personajes y la lógica de los acontecimientos. "Estoy muy satisfecho con el final. Los episodios finales de la serie serán vertiginosos. El final será una victoria para Walter.”
Y cuando apenas quedan 15 días para el inicio del fin, desde “El Séptimo Cielo” hemos querido aliviar la tensa espera con una selección de 7 grandes momentos de la serie que nos harán recordar las cotas de genialidad que Gilligan, Cranston y compañía han deparado en los últimos años. No están todos los que son ni son todos los que están pero sirven para ratificar la grandeza de "Breaking Bad".



1) This not meth.
Aquí es donde empieza todo. El nacimiento de Heisenberg. El hasta entonces inofensivo don nadie de Walter White se plantaba en casa del agresivo Tuco para pronunciar tres palabras que inaugurarían el comienzo de un mito: "This is not meth". Y desde entonces nada volvió a ser tan tranquilo y rutinario en la vida del químico. Tampoco para nosotros que subimos con él a la montaña rusa de mentiras y riesgos asumidos por la nueva vida de Walter.


2) El lado oscuro de Walter
Con el cuerpo inerte de Jane Margolis todavía yaciendo en la cama, Walter consuela a un abatido y colocado Jesse, el cual carga con todo el peso de la culpa por la muerte de Jane. Es en este momento cuando la relacion entre Walter y Jesse cambia, a ojos del espectador, en uno de los secretos mejor guardados por Walter (y por la serie) durante todas las temporadas. Mr.White pudo salvar a Jane pero decidió no actuar para eliminarla del mapa. El lado oscuro de Walter empezaba a tomar partido. Y el nuestro también, porque...¿como podemos no condenar y seguir atentos a un personaje capaz de cometer un acto tan reprobable?. Ahí reside una de las grandezas de la serie de Gilligan que irá exprimiendo la condición moral del espectador a cada episodio emitido.


3) Gale Boetticher, el químico afable
Por si todavía no nos habíamos encariñado de ese químico apasionado e ingenuo, el episodio 3x13 nos ofrecía la versión más íntima y personal del bueno de Gale Boetticher, antes de su fatal final que servía como tabla de salvación para la pareja White-Pinkman. Gale sacaba a relucir su afición al canto y sus raices italianas entonando un viejo tema llamado "Crapa Pelada" ("cabeza rapada" no por casualidad) al tiempo que descubríamos a un químico amante de Stephen King, el cafe manufacturado y las plantas. Apenas una secuencia de 1 minuto, un momento íntimo con el describir y entender a todo un personaje. No será tu escena favorita, pero ejemplifica perfectamente la precisa y sobria maestría narrativa de la serie de Vince Gilligan.


4)  El fin del cartel
Una mansión. Sol. Una piscina. Lujo. Exceso. Un capo del cartel de la droga en su plácido retiro recibe en su hogar a Gus, Mike y Jesse sin conocer el plan que estos ocultan. Calma tensa. La narración ejecuta el suspense de una manera modélica, planea un montaje paralelo brillante y lleva a Don Eladio y sus secuaces a la muerte. Gustavo consigue dar un golpe maestro a la vez que calma su sed de venganza por aquel "amigo" que Eladio asesino a traición. Sus palabras "llenen sus bolsillos y vayanse en paz...o vengan a pelear conmigo y mueran" demuestran toda la ira que el contenido Gus guardaba en su interior. Y con ello una secuencia para la historia de la televisión que nos recuerda enormemente a aquel encuentro entre Tony Montana y Alejandro Sosa en la imprescindible referencia de "Breaking Bad", "El precio del poder", película en la que, por cierto, aparecía Steven Bauer, Don Eladio en "Breaking Bad" no por casualidad.


5) La locura de Walter
Una risa nerviosa, desquiciada como síntoma de locura. El final de "Crawl Space", 4x11 resumía el estado límite en que se encontraba el bueno de Walter, expuesto, golpeado y contra las cuerdas en su mano a mano contra Mr.Frings. La precipitación de los hechos con Gus acabando con Don Eladio en su mansión de Juarez fortalecieron al dueño de Pollos Hermanos y debilitaron a un Walter amenazado, el cual tiene el dinero sucio ahorrado como único salvoconducto a su vida y la de su familia. Con lo que no cuenta White es con las intrigas económicas de Skyler y Ted Beneke, cuyo negro final "Hermanos Coen style" y la posterior confesión de la buena de Skyler suponen el colmo de la enajenación para un Walter, metaforicamente enterrado y hundido en uno de los planos más potentes que contiene "Breaking Bad".


6) "It´s over. We´re safe. I won."
Estas sentencias breves, firmes, seguras como la que pronuncia Walter a Skyler en los minutos finales del capítulo 4x13, "Face off", se repetirán posteriormente durante la quinta temporada ("I am the one who knocks", "I´m in the empire business", "Say my name"). Walter no ha matado, Walter ha ganado. La mutación de Mr.White alcanza su culmen en esta season finale en la que por fin, el químico miserable, infravalorado, vulgar, deja de serlo para transformarse definitivamente en Heisenberg. "Ego" será el nuevo apellido de Walter y las consecuencias de su espiral delictiva dejan definitivamente de tener importancia. Heisenberg está por encima de ellas. Un capítulo que además nos deja otros momentos para la historia de la televisión; Hector Salamanca deletreando su confesión para la DEA "Suck me", o lo que queda de Gustavo Fring arreglando el nudo de su corbata.


7) El negocio marcha
"Crystal Blue Persuasion" fue una canción del año 1969, interpretada por Tommy James and the Shondells que se convirtió en el hit más popular del grupo y que llegó a ser número 2 en las Billboard Pop Singles charts. Su nombre hace clara alusión a la droga preferida de Walter y Jesse y aunque Tommy James intentase hacer creer al personal que la letra aludía a un mensaje incorporado en un libro del Antiguo Testamento, su canción surgida en pleno de Woodstock, el estreno de "Easy Rider" y la cruzada norteamericana contra la droga nos venía a decir justamente lo contrario. Hábilmente y en un nuevo ejemplo de la cuidada y razonable selección musical de la serie, el tema acompaña a esta secuencia que describe con un montaje excelente el emporio de la droga creado por Walter. Todo funciona. Todo es feliz. El negocio marcha. Pero, ¿por cuanto tiempo?...
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11 de julio de 2013
"AFTER EARTH": BLOCKBUSTER NATURALISTA


Es alarmante la corriente de opinión generada alrededor de la figura de un creador singular como es M.Night Shyamalan, casi siempre indiscriminada y sobrealimentada por una aversión patológica de la crítica norteamericana hacía el director hindú que nace desde bien comenzada su carrera. El vapuleo hacía sus películas se ha convertido en algo sistemático, reduciendo así su valor analítico, fomentando el prejuicio como origen de la observación y estudio de cada uno de sus títulos. “After Earth” ha sido el paradigma de obra injustamente valorada por la distorsionada óptica con que se mira, victima, además, de la volubilidad del boca-oreja.

Partiendo de una idea original de Will Smith, impulsor de este proyecto para Sony Pictures y del que Shyamalan es mero ejecutor en su trabajo más alimenticio hasta la fecha, “After Earth” narra un relato elemental sobre la distanciada relación entre un padre autoritario y su hijo adolescente necesitado de la aceptación paternal. Historia que podría completarse en apenas un par de líneas de guión pero que sirven de eficaz motor para el desarrollo de un universo fantástico donde los humanos se han instalado en el planeta Nova Prime huyendo de la Tierra, la cual se ha rearmado en su propia naturaleza para defenderse de la posible amenaza del que fuera su poblador.

En el núcleo de este drama parental envuelto en aventura de sci-fi está el equilibrio de una película que a la que se le puede achacar su excesiva simplicidad pero no su honestidad. Conforme hemos sido testigos del oscurecimiento de las grandes superproducciones, de la extrema diferenciación por edades de las películas llamadas a entretenernos hemos paralelamente olvidado que no hace tanto tiempo existía un cine familiar, blanco, ingenuo quizás, características que ahora se tiende a rehusar mecánicamente . “After Earth” viene, a contracorriente, a llenar ese vacío con elegancia y bastante sensibilidad.


Como ejemplar producto para todos los públicos, “After Earth”, en su naturaleza de inocencia contiene un mensaje ecológico y de superación. Un salto al vacío, al precipicio como metáfora del crecimiento personal del adolescente impetuoso y del riesgo necesario a tomar para salvar al hombre de las amenazas propias de la Tierra. Entre ello, una exploración sobre los miedos y la capacidad para canalizarlos, detalle recurrente en la filmografía del hindú (desde el temor al agua de Willis en “El Protegido”, hasta el terror a lo desconocido de Dallas Howard en “El bosque”, pasando por el miedo espiritual del pequeño Joel-Osment en “El sexto sentido”) que hacen pensar que a pesar de tratarse de un producto de encargo, Shyamalan ha sabido insertar sus inquietudes como cineasta, además de su talento para el movimiento de la cámara y la puesta en escena (esa repetida secuencia protagonizada por Zoe Kravitz) que convierten a “After Earth” en la superproducción estéticamente más limpia en bastante tiempo, aprovechando al máximo su excelente diseño de producción.

Es en el drama humano donde “After Earth” más se resiente, especialmente por la incomodidad de Will Smith en un personaje frío en el que es incapaz de encontrar el tono exacto entre la dureza y la ternura y por la todavía bisoñez de su hijo Jaden, ejerciendo, precisamente, de lo que es, un pre-adolescente sin formar. Sin embargo, la emotividad del relato emerge desde otra situación; en el contacto del joven Jaden con la propia naturaleza. Su encuentro con el águila gigante puede ser fácilmente uno de los más auténticos y bonitos momentos del cine de este año.

After Earth” no es por tanto, el desastre que todos proclaman, ni la moñez aburrida y cienciologa que muchos han encontrado, y si una íntima propuesta de ciencia-ficción sin demasiadas ínfulas que bajo un envoltorio de blockbuster que opta por la sencillez de una historia naturalista, paterno-filial y afectiva en lugar del abuso, cada vez más generalizado, por el ruido y el exceso visual del cine de masas, habitualmente veraniego. Algo así como un oasis en mitad del desierto.
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