11 de agosto de 2005

Maltrato es el golpear a una persona, como maltrato es también la humillación pública, la violencia psíquica y la degradación de la persona. Maltrato es el no ofrecer nada de comer al que pasa hambre. Maltrato cultural, el derribar monumentos históricos… el silencio de un piano es maltrato.
El genocidio nazi no fue solo el bárbaro asesinato de seres inocentes sino también el simple hecho de impedir la evolución del arte, de la cultura. Del silencio de un piano y de la incapacidad obligada de unas manos talentosas a tocarlo parte la, (hasta que llegue "Oliver Twist") última película del director Roman Polanski.

El pianista es Roman Polanski, Roman Polanski es el pianista. La película esta basada en la historia de Wladyslaw Szpilman, prodigioso del piano, que sobrevivió a la invasión que llevaron a cabo los nazis en Varsovia, pero que vio como toda su familia perdía su vida en aquel lugar.
Semejante historia es la que sufrió el propio Polanski, nacido en Francia, pero de nacionalidad polaca, el cual vio como su familia sufría y parte de ella moría en los campos de concentración.
Polanski como Szpilman, fue capaz de escapar del gueto y arreglárselas para continuar con vida en una Polonia asediada por los nazis y en la que todo aquel que portase brazaletes blancos con la estrella de David en azul estaba marcado por la muerte.
Polanski como Szpilman portaba el talento artístico en sus venas, y durante este periodo, ninguno de ellos pudo desarrollarlo.

Las similitudes entre ambos personajes es obvia, Polanski y Szpilman, a pesar de su importante diferencia de edad, sufrieron ese mismo momento histórico y quedaron dañados por el.
A Szpilman le sorprendió la invasión alemana cuando tocaba el Nocturno en Do menor, de Chopin, en la radio. El era una figura importante en el ámbito cultural polaco, aportaba serenidad y demostraba brillantez con sus interpretaciones a piano, algo que quedo zanjado súbitamente por la aparición nazi. Nunca mas se volvió a escuchar el piano de Szpilman durante los siguientes años, ningún polaco se pudo deleitar con su música y otros muchos no volverían a escucharla jamás. Por fortuna Szpilman sobrevivió a la masacre, y con el, su música.

Si Szpilman hubiese muerto, hoy nadie se acordaría de el, su música hubiera sido una simple anécdota y la cultura mundial, aparentemente ajena a las consecuencias del genocidio, se hubiera visto privada de excelentes composiciones, arreglos e interpretaciones.
Conocemos hoy a Szpilman, porque tuvo la suerte de sobrevivir y la fuerza para seguir tocando el piano una vez acabado el tiempo de represión y violencia. Pero ¿que hubiera sido de las obras de muchos pintores, escritores, músicos o cineastas asesinados en campos de concentración?
Posiblemente hoy, sin la terrible matanza, tendríamos cientos de obras maestras con las que gozar.

Esta es la premisa “casi” autobiográfica que utiliza Polanski en “El pianista”, una película que empieza como toda película sobre el tema, siguiendo a las familias en su horrible destino y ofreciéndonos hambre, hacinamiento, brutales asesinatos, y todo tipo de tratos vejatorios.
La verdadera y más sentida narración de esta película se inicia con la huida personal de Szpilman (interpretado por un soberbio Adrien Brody, en una gran elección de casting, por lo fisico y por lo talentoso de este actor). El piano deja de sonar desde este momento y es, a pesar de ello, el protagonista verdadero.
El piano es la metáfora de la libertad y de la ausencia de esta, su silencio es el horror, sus notas la esperanza.
El retrato de la guerra por parte del director, es de lo más sincero y sentido, a la vez que uno de los más contundentes por su tremenda realidad a la hora de reflejar los hechos.

Polanski ha conseguido con “El pianista”, su película mas madura y genial, dentro de una importante filmografía, ocupada por todo tipo de géneros; films fantasticos (“El quimérico inquilino”), de terror (“La semilla del diablo”), cine negro (“Chinatown”) o comedia (“El baile de los vampiros”).
Tarde o temprano tenia que llegar la película que retratara en mayor o menor medida, algún capitulo de la accidentada vida personal del director polaco y la elegida fue “El pianista”, tras rechazar la dirección de “La lista de Schindler” al verse todavía demasiado sensible para abordar el tema.

Sin duda una de las mejores películas acerca de esta desafortunada etapa de la humanidad. "El Pianista" es un ejemplo perfecto de cómo retratar estos fatales años sin caer en lo excesivamente violento o en lo patriotero, cercana en ocasiones al documental.
Una película con momentos que rozan la obra maestra (como ese en que el protagonista, ansioso de tocar el piano no puede hacerlo para no desvelar su escondite), que además es también retrato de una gran figura de la música del siglo XX.
Los premios Oscars fueron justos con Polanski y su obra: Mejor Director, Guion Adaptado y Actor, son la guinda final, para una película memorable, sobrecogedora; "El Pianista" de Roman Polanski.

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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

3 comentarios

  1. Buff, no sé qué decir. No la puedo comparar con "La lista de Schindler". La imagen del niño que intenta llegar al ghetto por el agujero del muro me parece obscena e innecesaria.

    Conocemos hoy a Szpilman, porque tuvo la suerte de sobrevivir y la fuerza para seguir tocando el piano una vez acabado el tiempo de represión y violencia. Pero ¿que hubiera sido de las obras de muchos pintores, escritores, músicos o cineastas asesinados en campos de concentración?
    Posiblemente hoy, sin la terrible matanza, tendríamos cientos de obras maestras con las que gozar.


    Me parece una interesante reflexión a la que quizá no llegué por el espanto que me produjo la escena en cuestión. Me gustó bastante pero eché de menos algo de talento y de más, esa escena.

  2. Anónimo says:

    bueno que decir de una pelicula de este tipo,tiene unas escenas fantasticas pero la del encuentro con el impactante capitan aleman es tan real que yo pase miedo lo juro,el papel a thomas kresmann le bino de perlas esta tan perfecto que ami me parecia que estaba ante el yo,perdon por lo mal escrito pero es mi opinion

  3. Anónimo says:

    Esta película resultó a mi sentir, impactante! ciertamente, el holocausto Nazi constituyó la humillación más cruel que ha un pueblo se le pueda aplicar..Es una película que expresa, como pocas, lo que constituyó aquel momento trágico de la historia humana; el modo como sensibilizan y exponen aquella realidad mediante "el pianista" es muy acertada. Lamentablemente muchos dirigentes tienen la pésima idea de que el desarrollo está basado en la guerra, así fue en el pasado y es actualmente; sin embargo, ésto no es más que una manifestación del desarrollo de los más bajos instintos y ansias de poder de unos pocos en detrimento de muchos. Altomacho, Venezuela.