Jose Luis Torrente se ha convertido en un icono de la cultura española, superando a la figura que lo encarna, Santiago Segura, ese que tan encantado está con su criatura.
Y es que ese españolismo radical del que hace gala Torrente, ha calado hondo en el espectador desde aquella primera parte casposa y cutre hasta limites insospechados.
Un exito aquel, que se reafirmaria con una segunda parte, ambientada en la "lujosa" Marbella y aderezada por el triple de apariciones estelares o cameos.
Ambas películas se basaban en un mismo esquema; Torrente se entromete en una misión secreta, acompañado por un compañero de batallas de lo más freak, que lo idolatra. En su transcurso se suceden los gags y finalmente se lucha contra un villano esperpentico y parodico de la saga Bond.
En esta última y tercera parte, "Torrente 3, El Protector", Santiago Segura agota esta formula, que no daba para mucho más, y la lleva a tal extremo, que convierte a la cinta en un cumulo de despropositos sin conexión alguna, rozando la tonteria absoluta y logrando el aburriento del personal.
Porque tanto "Torrente, El brazo tonto de la ley" como en "Torrente 2, Mision en Marbella" gozaban de un pequeño, minúsculo argumento, que al menos daba al seboso ex-policia un mínimo sentido por el que realizar las misiones y llevar a cabo todas las peripecias de la cinta. Y hay que reconocer, que con esas aventuras castizas, alguna que otra risa si que provocaba.
Argumento nulo, por tanto, es el que tiene "Torrente 3", que se conforma con ser una sucesión de gags, mal montados, peor dirigidos y todavia peor escritos, en la que es una de las más lamentables y preocupantes producciones del cine español de los últimos años.
Este cierre de trilogia hace grande a sus predecesoras, las convierte en obras maestras del séptimo arte. Y es que Segura ha estado torpe en todos los aspectos;
Abusa de Tony Leblanc, otorgandole nuevos papeles, José Mota y Carlos Latre carecen de gracia, mientras que los anteriores acompñantes de Torrente, Gabino Diego y Javier Camara, estaban estupendos.Utiliza los mismos chistes, introduce un desaprovechado flashback sobre su infancia y todos los secundarios no tienen un sentido por el que aparecer en pantalla, además de estar faltos del otro sentido, el del humor.
Eso sí, los cameos tienen mayor pedigrí; John Landis, Oliver Stone, Florentino Fernandez, Guti, Helguera, Casillas, Fernando Torres o El Fary.
Y si tuviesemos que destacar algo, escogeriamos dos escenas; la bruta y despiadada secuencia inicial y la "catalana" secuencia en la que aparece Andreu Buenafuente.
Con todo ello, Segura ha conseguido reunir tan solo en su fin de semana de estreno todos los euros que costo hacer la cinta. Y es que el actor y director, sabe que lo importante no esta en hacer una buena película, sino en crear un personaje popular y llevar a cabo una amplia campaña de promoción, un terreno que en el que el cine español todavia tiene mucho que aprender.
Con eso tendremos Torrente para rato...por suerte para muchos.
¿quién te dice que sea el cierre de una trilogía?
jejejejeje... (como se ríe Segura contando los billetes cual Gus Van Sant en "Jay y Bob el Silencioso Contraatacan")
Hombre, una tercera película cierra una trilogia desde que el mundo se creo.
Una cuarta película ya no sería trilogia...
Igual que una tercera persona hace que una pareja ya no sea una pareja, sino un trio.
Visto lo visto desde que se estreno Torrente 3...no se ha estrenado una película española que sea mucho mejor que esta, la verdad.
Esta el cine español muy hecho polvo...
Saludos!