27 de febrero de 2006


"Los 100 golpes", así se llama el polémico y exitoso libro que autobiograficamente escribió Melissa Panarello, una joven italiana que ahora ronda los 19 años. Dicho libro trajo consigo el escandalo al relatar la vida sexual de esta chica cuando tan solo contaba con 15 y 16 años. Y es que este no es un cuento del despertar sexual a lo "Verano del 42", es un espejo de la sociedad actual, en la que el sexo ha dejado de ser un juego de adultos para ser un juego de niños, con los riesgos psiquicos y físicos que esto puede conllevar.

Esto es lo que se intenta transmitir en la versión cinematográfica de "Melissa P.", en donde el sexo con todas sus variantes es descubierto por la joven Melissa, cuando su inocencia y su ingenuidad todavia están a flor de piel.
Para esta Lolita del siglo XXI, los italianos han importado a la Lolita española, Maria Valverde, la actriz que se dio a conocer y ganó un Goya por aquella estupenda película de Manuel Martín Cuenca titulada "La flaqueza del bolchevique", en la que supo dar a su personaje la dulzura y descaro necesarios. Todo un descubrimiento en aquella película, donde apenas tenia 16 años, Valverde se ha convertido en una de las más prometedoras actrices de nuestro cine. Esperemos que su rostro añiñado e inocente no sea flor de un día y que con los años sepa afrontar papeles que no sean el de niña provocativa. Que pueda acoplarse a papeles adultos.
En esta ocasión, su papel vuelve a requerir gestos infantiles con actitudes maduras. Valverde convence en su inocencia, pero no tanto en su contacto con los personajes adultos. Hubo que esperar a que Valverde cumpliese los 18 años para que pudiese rodar las escenas de desnudos y lo cierto es que no han escatimado en secuencias de este tipo, necesarias por otro lado, para contar una historia, que no es sino, un diario sexual con todas sus consecuencias. Además el doblaje de la propia Maria Valverde, le hace un flaco favor en su versión española.

Lo verdaderamente interesante de esta "Melissa P.", aunque nada nuevo por otro lado, es algo que ya contenia la novela. Ese espejo, como decimos, en que puede mirarse una gran parte de la juventud más temprana. El sexo y sus consecuencias en un niño que todavia usa mochilas y acaba de dejar de jugar con sus juguetes. El trastorno psiquico que ello puede conllevar en la persona. Para reafirmar la fragilidad de la niña, la cinta introduce dos personajes y uno fantasma, alrededor de Melissa. Una madre que cree que le da todo a su hija, pero que en realidad apenas la conoce, una abuela que entiende a la joven, pero que no vivirá en su casa para aconsejarla y un padre inexistente con el que Melissa, solo se comunica por SMS.
Por tanto un retrato en donde vemos a una quinceañera, sin una ayuda patenal o maternal, sin ese básico entorno familiar que es necesario para una correcta socialización de un ser humano. Una casa en donde abunda la soledad. Y en cuanto al ambito del Instituto, buenas y malas influencias son mostradas en la cinta. La elección de unas u otras por parte de Melissa, la llevarán a un infierno de sexo descontrolado o al camino recto que corresponde a su edad.

En cuanto a lo estrictamente cinematográfico de "Melissa P.", poco podemos salvar o destacar. Lo interesante y anteriormente citado,ya era la base del libro, y, como no podia ser de otro modo, se mantiene en la cinta. Pero el resto parece sacado de un telefilm de medio pelo, que ni las cadenas más proclives al telefilm seleccionarian para su parrilla.
Una dirección sin tacto, sin gusto. Un montaje pésimo y una malisima utilización de la música.
Luca Guadagnino, el director de la función, se queda a medio camino entre el tono poetico y el tono sordido. Introduce personajes de los que se olvida facilmente para luego introducirlos de nuevo en pantalla sin previo aviso. Además algunas secuencias sexuales están rodadas sin el más mínimo talento. Y lo más preocupante, a veces da la sensación de que estamos ante un anuncio de compresas.

No hay nada con una mínima relevancia en "Melissa P.". Un relato nada escandaloso, (quizá hace unos cuantos años si lo fuese) a veces gratuito, con pretensión de transgresor, una narración desafortunada, casi dos aburridas horas de metraje y una malisima dirección. No es precisamente la recomendación de la semana, aunque habra muchos de los que quedaron enamorados de María Valverde en "La flaqueza del bolchevique" que querrán ver como le va a esta chica con dos anitos de más...

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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

1 comentarios

  1. Anónimo says:

    Pues anda, tampoco parece gran cosa, y muy tópico esto de las autobiografías ahora.