Bajo la tutela de la compañía catalana Filmax, el director Brad Anderson ha ido labrando una carrera medianamente notoria en nuestro país como director de terror, suspense y/o thriller, con gran capacidad para elaborar atmósferas.
Una capacidad que, a día de hoy, Anderson no ha conseguido equiparar al interés de sus tramas, las cuales parten de premisas interesantes pero que se ven incapaces de despegar.
Así ocurría con “Session 9”, la primera película con la que se adentró en el género, o con “El Maquinista”, famosa por la desaforada cantidad de kilos que perdió Christian Bale para meterse en la piel de su protagonista, donde el director demostró un enorme talento para manejar ambientes turbios, malsanos y sórdidos. Pero poco más. A Anderson le falta imprimir carácter a sus obras y una cierta tensión a sus, a priori, bienintencionadas propuestas.
Tal es el caso que ahora nos ocupa, “Transsiberian”, hábilmente promocionada aprovechando el nombre del maestro inglés Alfred Hitchcock . Nada más lejos de la realidad. “Transsiberian” y “Alarma en el expreso” se parecen en que en ambas hay trenes y se diferencian en el suspense. Lo mismo ocurriría entre “Asesinato en el Orient Express” o “El tren del infierno” (esta última dentro del género de acción, pero llena de vibrantes secuencias) y la cinta que nos ocupa. La tan fructífera unión tren-pasajeros-intriga brilla aquí por su ausencia por la incapacidad de Anderson de conjuntar estos elementos o, simplemente, por la falta de originalidad de un guión que hace aguas constantemente, que sufre de constantes altibajos, e inserta giros arguméntales totalmente manidos.
“Transsiberian” nos cuenta el viaje de una pareja de norteamericanos (Emily Mortimer y Woody Harrelson) a bordo del mítico tren que conecta Rusia con provincias del lejano Oriente ruso, Mongolia y China. Junto a ellos ronda un policía antinarcóticos (Ben Kingsley) y una pareja de mochileros con cargamento secreto (Eduardo Noriega y Kate Mara).
Con un punto de inflexión que divide la cinta en dos partes claramente diferencias, “Transsiberian” no tiene mucho que aportar al género, siendo un producto previsible y aburrido a ojos del espectador, donde ni siquiera su interesante reparto parece inspirado. Ben Kingsley aporta un histrionismo que contrasta con el “querer y no poder” de Eduardo Noriega o con la ingenuidad supina de un bobalicón Woody Harrelson. Solo la que es protagonista de la película, Emily Mortimer, sobresale en estos nevados paisajes de la estepa rusa.
En definitiva, un desangelado producto, tan frío como el recorrido que realiza el famoso ferrocarril transiberiano.
Una capacidad que, a día de hoy, Anderson no ha conseguido equiparar al interés de sus tramas, las cuales parten de premisas interesantes pero que se ven incapaces de despegar.
Así ocurría con “Session 9”, la primera película con la que se adentró en el género, o con “El Maquinista”, famosa por la desaforada cantidad de kilos que perdió Christian Bale para meterse en la piel de su protagonista, donde el director demostró un enorme talento para manejar ambientes turbios, malsanos y sórdidos. Pero poco más. A Anderson le falta imprimir carácter a sus obras y una cierta tensión a sus, a priori, bienintencionadas propuestas.
Tal es el caso que ahora nos ocupa, “Transsiberian”, hábilmente promocionada aprovechando el nombre del maestro inglés Alfred Hitchcock . Nada más lejos de la realidad. “Transsiberian” y “Alarma en el expreso” se parecen en que en ambas hay trenes y se diferencian en el suspense. Lo mismo ocurriría entre “Asesinato en el Orient Express” o “El tren del infierno” (esta última dentro del género de acción, pero llena de vibrantes secuencias) y la cinta que nos ocupa. La tan fructífera unión tren-pasajeros-intriga brilla aquí por su ausencia por la incapacidad de Anderson de conjuntar estos elementos o, simplemente, por la falta de originalidad de un guión que hace aguas constantemente, que sufre de constantes altibajos, e inserta giros arguméntales totalmente manidos.
“Transsiberian” nos cuenta el viaje de una pareja de norteamericanos (Emily Mortimer y Woody Harrelson) a bordo del mítico tren que conecta Rusia con provincias del lejano Oriente ruso, Mongolia y China. Junto a ellos ronda un policía antinarcóticos (Ben Kingsley) y una pareja de mochileros con cargamento secreto (Eduardo Noriega y Kate Mara).
Con un punto de inflexión que divide la cinta en dos partes claramente diferencias, “Transsiberian” no tiene mucho que aportar al género, siendo un producto previsible y aburrido a ojos del espectador, donde ni siquiera su interesante reparto parece inspirado. Ben Kingsley aporta un histrionismo que contrasta con el “querer y no poder” de Eduardo Noriega o con la ingenuidad supina de un bobalicón Woody Harrelson. Solo la que es protagonista de la película, Emily Mortimer, sobresale en estos nevados paisajes de la estepa rusa.
En definitiva, un desangelado producto, tan frío como el recorrido que realiza el famoso ferrocarril transiberiano.
A mi no me pareció tan desangelada, pero sí algo fría. Saludos.
Hombre, no es ninguna maravilla pero tampoco está tan mal... Lo mejor: Mortimer y Noriega. Saludos y felicidades por el blog, juro revisarlo con frecuencia.
http://cachecine.blogspot.com
A mí me gustó la película, sin más. Me gustó sobre todo Ben Kingsley, que creo que es lo más notorio de la cinta. También me gustó El maquinista. y creo que Brad Anderson tiene todavía mucho que decir como director. Aunque le falte madurar y trate de dar un toque comercial a sus películas para así llegar al espectador. Y ahí es donde, seguramente, se equivoca... o no, quien sabe
Alberto Q.
www.lacoctelera.com/traslaspuertas
Había oído cosas buenas... yo he estado ausente y ni la pude ver (pero me apetece).
Saludos Rob!!!
De acuerdo con tus comentarios Rob. A mí me pareció mediocre y creo que donde más falla es en el guión algo pobre y además, me parece tramposo, por dar un ejemplo:
SPOILERS
Hay una escena en la que da entender que Noriega se va a cargar al Harrelson. Pensamos que se lo ha cargado porque no está en tren pero en realidad sólo se le ha escapado. Yo no recuerdo que explique porque lo pierde, explicación que yo creo deben al espectador por inducirle al error. Luego lo de que el tren se quede vacío es espectacular pero no me parece verosímil ni con sentido.
FIN SPOILERS
sesión golfa: Pues yo creo que le van bien ambos adjetivos, por su falta de nervio, gancho, tensión, etc y su desgana en algunos momentos.
Xavier: Bienvenido a "El Séptimo Cielo". Espero que lo disfrutes!, A mi Noriega me parece que está tan escaso como siempre.
Babel: Las intenciones de Anderson siempre son buenas, pero creo que se queda a medio camino y no consigue conjuntar bien sus pelis. Que puede ser un buen director, no lo niego, pero es verdad que le falta madurar.
Alberto Q: A priori es apetecible, y hay mucha gente a la que no le disgusta. A mi, ni fú ni fá, aunque más fú que fá...
Chi: Estoy contigo. Ese momento que citas es de lo peor de toda la peli, un intento de despistar al espectador muy absurdo, muy mal ejecutado e innecesario. Lo malo es que la pelicula sigue esa delgada linea constatemente y ni siquiera con sus trampas consigue captar la atención.
Saludos para todos!