HERIDAS DE 15 AÑOS

Películas como “El leñador” con Kevin Bacon o la española “Horas de Luz” con Alberto San Juan, han hablado de la reinserción del exconvicto en la sociedad pero ninguna lo ha hecho con una sinceridad tan absoluta como “Hace mucho que te quiero” cinta francesa que supone el debut en la dirección de Philipe Claudel, novelista antes que realizador de cine, que ha apostado por esta historia propia para estrenarse en la dirección.

Llena de gestos y miradas cargadas de doloroso pasado, de cicatrices sin curar y conversaciones sin tratar, “Hace mucho que te quiero” es principalmente una película sobre la familia, las relaciones humanas y los estados de ánimo. De seres solitarios que se confiesan entre sí para comprender el sentido de unas vidas marcadas por trágicos hechos.

“Hace mucho que te quiero” cuenta la historia de Juliette Fontaine (Kristin Scott Thomas) que tras quince años en la cárcel vuelve a casa de su hermana e intenta rehacer su vida. No será fácil, debido a su fuerte carácter y a la imagen que la gente de su círculo tiene sobre ella tras este periodo entre rejas.
Muchos ojos la examinarán desde distintas perspectivas: de los más pequeños e inocentes (las niñas vietnamitas) hasta los veteranos (el abuelo mudo). Todos con la misma pregunta ¿Quién es Juliette? y sobre todo ¿Qué le pasó para ser encarcelada?.

Es la portentosa interpretación de Kristin Scott Thomas el pilar básico de esta película. El personaje de Juliette, ya de por si complejo y rico, gana enteros por la insuperable labor de la actriz de “El Paciente Inglés” que desde hace años alterna su carrera entre Francia, Inglaterra y Estados Unidos. Un papel que crece conforme avanza el metraje de la película, que evoluciona física, comunicativa y sentimentalmente y que además mantiene una intriga en forma de secreto inconfesable. Una actuación contenida y poderosa que merecería una nominación al Oscar.

Como buena película francesa “Hace mucho que te quiero” destaca por tomarse su tiempo en la narración de la historia, por la austeridad formal y por el apoyo continuo en los actores de su reparto. Un drama con un ligero suspense que además analiza los prejuicios y trabas de la sociedad (laborales, afectivos, etc) de aquel que ha salido de prisión. Una película serena y sobria, muy recomendable para amantes del cine de autor.