28 de noviembre de 2008

Una vez que hemos disfrutado y admitido la revitalización del espía más famoso de la historia del cine en esa suerte de “Episodio I” de la saga Bond titulado “Casino Royale” podemos enfrentarnos en condiciones a “Quantum of Solace” la secuela que eleva al cubo esa nueva perspectiva desde la que el cine se acerca a las andanzas del elegante agente, que tiene mucho de su colega de oficio e iniciales, Jason Bourne pero también de la esencia original del espía que creó Ian Fleming para sus novelas.

Quantum of Solace” se ajusta como un guante a “Casino Royale”; como continuación argumental y como segunda parte cinematográfica, despreocupándose así de aquello que ya trataba con éxito su predecesora; la presentación de un espía más duro y expeditivo, la renuncia al toque cómico y al abuso de los gadgets de “Q”, para centrarse directamente en su paso a la acción.

Este Bond tiene misiones ya no solo secretas, sino también personales, y para eso el rostro y la figura (más que discutida en un primer momento) de Daniel Craig encaja a la perfección. “Quantum of solace” es, por tanto, pura dinamita. De principio a fin.

Desde su comienzo, que empieza justo donde acaba “Casino Royale” hasta su último minuto de metraje se suceden los actos de venganza, las peleas imposibles y las huidas a todo gas. Hay persecuciones de todas las formas y colores; en barco, en coche, en moto, en avión, a pie y por los tejados (clara influencia Bourne), y apenas tregua para el espectador. Ni siquiera el más acostumbrado a las películas de acción vertiginosas encontrará respiro en “Quantum of Solace” que alterna una secuencia fulgurante, nerviosa y adrenalítica con otra de las mismas características, para hastío de muchos y gozo de otros.

Por supuesto aparecen “M”, dos bellas chicas Bond; la explosiva Olga Kurylenko y la inglesa Gemma Artenton y existe una conspiración mundial contra la que luchar, espacio donde se luce el actor francés Mathieu Almaric, como el villano en cuestión de la cinta, (y donde el español Fernando Guillén Cuervo pone su presencia anecdótica), pero su exposición es prácticamente nula y solo sirve como excusa para generar más acción.

Posiblemente estemos ante el James Bond más guerrero, pétreo e implacable, porque en él existe resentimiento. “Quantum of Solace” es el puro reflejo de su estado de ánimo y por tal motivo nos dejará sin aliento e incluso, agotados.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

4 comentarios

  1. Dids says:

    a mi me gusto mucho más Casino Royale,la vi mucho más cuidada en cuanto a los dialogos, con "Quatum..." me sentí aturdida ante tanta acción (persecuciones, explosiones, coches a toda leche...)

    en fin, para gustos... Daniel Craig si que ha sabido darle un aire nuevo al agende doble cero porque, siceramente, las películas de Pierce no me gustaron nada...

  2. Yo también prefiero Casino Royale. Creo que sus creadores se esmeraron más por eso de ser la primera de la saga Craig y la primera revitalizada a los nuevos tiempos.

    Esta es una sucesión de secuencias de acción que aunque entretenida y vibrante por momentos, también puede llegar a ser un poco agotadora por ese mismo motivo, como bien dices.

    Un Saludo!

  3. Buenas

    Voy a dar la nota discordante.

    A mi me parece que este Bond es un clon de Bourne, y eso es un error.

    Craig es duro y petreo, pero al mismo tiempo inexpresivo. Una de las cosas que hacían atractivo al icono de Bond era el humor negro que transmitía el personaje. La quintaesencia de ese toque es la secuencia de "operación Trueno" en la que Sean Connery deja a su fallecida acompañante en la mesa de unos desconocidos diciendo "pobrecilla, está muerta de tanto bailar". En "Cuanto sol hace" esas bromas están ausentes, o lo que es peor, no parecen bromas.

    La película es entretenida y para los amantes de la acción está bien. Pero este no es Bond, James Bond.

    Un saludo

  4. Bueno, hay quien piensa que era necesaria esta renovación de Bond, porque se estaba quedando obsoleto.

    Pero también hay quien piensa que es una mala copia de Bourne.

    Yo creo que le ha venido bien el cambio, aunque ese humor no debería haber desaparecido tan subitamente, porque en "Quantum of Solace" no hay una sonrisa ni por asomo. Y James Bond debe tener ese toque.

    Personalmente creo que "Casino Royale" si guardaba más esencia Bond que "Cuanto sol hace", que es en ocasiones parece una mera peli de mucha acción y poco más.

    Saludos, major!