22 de julio de 2010

Y llegó. En medio del calor más insoportable y de la cartelera menos excitante, apareció Tom Cruise haciendo de Tom Cruise en una película de Tom Cruise, lo cual no es bueno ni es malo, sino redundante.

Noche y día” (nada que ver con su título original; “Knight and day”) repite todos y cada uno de los clichés del cine de espionaje más ligero. También del cine que Cruise ha desarrollado durante toda su carrera, casi un subgénero en si mismo. La apuesta no engaña a nadie, ni pretende nada más que lucir persecuciones de coches, mostrar la sonrisa del bueno de Tom y viajar a lugares exóticos. Su guión se ve en la obligación de contener los elementos de los clásicos más clásicos del género (“Con la muerte en los talones” o “Charada”) con inventos a proteger, identidades ocultas, rubias a seducir (Cameron Díaz que repite con Cruise tras "Vanilla Sky"), conspiraciones y villanos, para así poder justificar su frenética sucesión de secuencias de acción con el protagonista de "Misión Imposible" dándolo todo por la causa.

Porque es innegable que Cruise es la estrella absoluta de un blockbuster un tanto obsoleto y gastado aunque todavía con suficientes fuerzas para ser de divertido consumo y que está hecho a la medida del actor, repleto de ese tipo de elementos que a él tanto le gustan (ir en moto, sus inevitables escenas corriendo, copar infinidad de primeros planos).

"Noche y día", como hiciesen "Mentiras arriesgadas" o más recientemente "Señor y señora Smith" apuesta por la comedia, el romance y los tiros y en su repertorio de secuencias de acción con innumerables cambios de escenario alterna la reiteración de momentos con el ritmo endiablado. Altibajos que James Mangold, su director (realizador de la estimable "El tren de las 3:10" y no demasiado experto en estas lides) no quiere o no puede esquivar, principalmente porque este producto eminentemente evasivo desecha los instrumentos que posee para ser algo más serio (la gama de secundarios encabezada por Paul Dano o Peter Sarsgaard) reclamando a gritos la ausencia de pausa y rigor y tomando el desenfreno más elemental como norma.

Quizá por esa ausencia de rigor, ni siquiera nos parezca extraño y sí algo ya habitual viniendo del cine norteamericano, que para rematar la faena de esta montaña rusa de ligerezas cinematográficas, los protagonistas asistan a unos San Fermines que se celebran por las calles del centro de Sevilla. Una incongruencia tan grande como las falleras en la Semana Santa de "Misión Imposible 2" o la Plaza de Salamanca recreada en la ciudad mexicana de Puebla en "En el punto de mira", algo que por ser cada vez más normal no deja de ser altamente preocupante.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

2 comentarios

  1. GCPG says:

    Producto, en realidad, más que lamentable. Ninguna parida de su guión hace realmente gracia, a Cruise no lo soporto, y la Cameron, que en su día tenía su chispa, se me está atragantando.

    ¡Cuánta mediocridad en la industria que debería ser un arte!

  2. El gran problema de "Noche y día" es que su propuesta está pasada de moda. Es como si Cruise todavía viviese en la época del primer "Misión Imposible".
    A ratos es simpática aunque tiene muchos altibajos y es tremendamente repetitiva y escasamente original.
    La banalidad de su guión solo es permisible por ser un film veraniego.

    Saludos!