24 de enero de 2011



Cuando conocimos que Clint Eastwood iba a rodar una cinta sobrenatural entramos en estado de asombro, el mismo en que nos encontramos ahora que hemos sabido la noticia del próximo proyecto del bueno de Clint; nada más y nada menos que un remake protagonizado por Beyonce Knowles del musical, “Ha nacido una estrella”.
Craso error por nuestra parte. El mandamiento número 1 de todo buen cinéfilo debería ser; nunca desconfíes de Clint Eastwood.

La realidad es que cualquier historia mirada desde el punto de vista del director de “Gran Torino” adquiere una dimensión especial, multiplicando el interés, adoptando madurez y transmitiendo experiencia aunque el tema en cuestión sea un terreno inexplorado y atípico para el veterano director. Porque el arco argumental de “Hereafter: Más allá de la vida” es totalmente nuevo para Eastwood; la historia de un médium (Matt Damon) que reniega de su don, la conexión con el más allá de una exitosa presentadora francesa (Cecile de France) tras sobrevivir al tsunami tailandés de 2004, o la desorientación de un niño londinense (George McLaren) que pierde a su hermano gemelo en un accidente.

Tres vidas marcadas por la muerte, tres subtramas a converger en una sola como si de una película de Altman o Iñarritu se tratase. De esta aproximación a tan sobrehumano tema, adorado por el cine de suspense y terror, se encarga Clint en un acercamiento menos efectista y más reflexivo de lo que la mayoría de los directores suelen realizar cuando de lo que se habla es de la vida después de la muerte. A la hora de unir las tramas, entra en juego la experiencia en manejar complejos guiones de Peter Morgan (“The Queen”, “Frost/Nixon”), en una colaboración de altos vuelos entre ambos creadores.

Clint aborda lo sobrenatural con su habitual clasicismo y evitando la artificiosidad gratuita, a pesar de afrontar de modo directo (rodados, eso sí, con una maestría inusual y deslumbrante) dos sucesos tan trascendentes como el atentando al metro de Londres y el ya citado tsunami. El octogenario director prefiere las personas a los hechos y se aproxima sigilosamente a sus protagonistas ofreciendo al espectador la posibilidad de explorar sus almas, de conocer sus motivaciones y dudas, para lo que Eastwood se permite el lujo de introducir personajes (Bryce Dallas Howard) con la única finalidad de reforzar la angustia por la muerte de los protagonistas principales (además de así, componer la deliciosa y magistral secuencia de la clase de cocina).
La mesura y la calma se adueñan de “Hereafter” convirtiéndola en una de las más pausadas obras del norteamericano en contraposición con su discreta base argumental, sin embargo hay un poso único y especial a la finalización de “Más allá de la vida”: la sensación de haber asistido a una lección serena y poderosa de cine de un director que, como el médium que protagoniza su película, tiene un don singular y prodigioso a entregar y que, al contrario que este, va a seguir utilizando hasta que le fallen las fuerzas para regocijo del espectador y del séptimo arte. Recordad: Confiemos siempre en Clint. Saldremos ganando.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

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