4 de abril de 2011


2,5 millones de euros recaudados en un único día, lo que equivale a 325.000 espectadores reunidos en una sala el día del estreno para un total de 8,12 millones en el fin de semana de debut de “Torrente 4” en la cartelera. Para alcanzar esas vertiginosas cifras han sido necesarios 10 millones de euros (a todas luces rentables) un par de agotadoras semanas de promoción para Segura, la pequeña participación en la película de un gran número de “amiguetes” del mundo del famoseo, un uso no justificado de las 3D y unas dosis de mínimo esfuerzo en la escritura del guión.


Con “Torrente 4: Lethal Crisis” Santiago Segura vuelve a confirmarse como el tipo extremadamente inteligente y descarado que es, al que se le reconoce justamente el mérito de haber crear un personaje que caricaturizando a España se ha convertido en icono de su propio país, pero cuya ceguera de éxito nos ha privado progresivamente del Segura más lúcido que conocimos en las dos primeras entregas para entregarnos a un aprovechado de su propia criatura, sabedor de la garantía de su éxito sin necesidad de otro sacrificio que el meramente promocional y comercial.


Sin llegar a alcanzar el ínfimo nivel de la tercera entrega donde el propio director ya evidenció síntomas de agotamiento en su fórmula, “Torrente 4; Lethal Crisis” vuelve a privarnos de aquellas esperpénticas y divertidas misiones del José Luis Torrente tan bien acompañado (Javier Cámara y Gabino Diego) que hacía del humor grueso y la incorrección política junto a la parodia “cañi” jamesbondiana sus mejores armas. Este Torrente en tiempos de crisis mantiene vigente esa incorrección (bromas sobre moros, minusválidos o inmigrantes sudamericanos se encuentran entre lo más ácido e incisivo de la película) gracias a los blancos cada vez más fáciles que brinda la sociedad actual, multiplica hasta el hastío el humor zafio y principalmente evidencia una alta holgazanería creativa a la hora de rodear al personaje de algo más que una mera sucesión de cameos propios de la cultura basura de “telecinco” (desde Risto hasta Belén Esteban pasando por Ana Obregón o Maria Patiño).



Es erróneo pedirle a Segura una comedia elaborada pero lícito reclamarle una mínima estructura narrativa. Por su carencia de hilo argumental, su escaso interés por los personajes secundarios o simplemente por la incapacidad de otorgar protagonismo al antagonista (el cantante Francisco, doblado por Pepe Navarro!!) quizá lo más conveniente sea no considerar a “Torrente” como un ejercicio cinematográfico, por mucho que un par de guiños cinéfilos intenten hacer creer lo contrario, y sí como un fenómeno que ha trascendido al séptimo arte y que utiliza la pantalla grande como vehículo para llegar a su enorme legión de fans. Observado las cifras, habrá Torrente para rato. Al menos, mientras la motivación de Segura no sea otra que la del record en taquilla.

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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

1 comentarios

  1. patricio says:

    Es tonteria pedir algo mas a este tipo de cine. Gags y personajes famosos que te hagan saltar una sonrisa. Para ver mientras lees o algo asi, de cualquier forma en lo suyo es bueno