26 de diciembre de 2012

1. YOUNG ADULT

Es mérito de Jason Reitman (“Gracias por fumar”) y Diablo Cody (“Juno”) humanizar hasta las cotas más bajas de fracaso y dignidad a la diosa de Charlize Theron. “Young Adult” era la comedia cínica y amarga perfecta, protagonizada por una antiheroina rubia de metro ochenta capaz de joder la vida de todo aquel que se le pusiese por delante únicamente como válvula de escape a su propia insatisfacción personal. Jamás Charlize Theron estuvo tan patética y natural como en su excelente interpretación de Mavis Gary otorgando unas dosis de verdad a una película que encontraba en la relación entre Theron y Patton Oswald una de las parejas más atípicas y tristes del cine reciente así como los ejemplos más certeros del ser humano inmaduro, personaje que Reitman se está encargando de retratar a lo largo de toda su filmografía. 

2. REDENCION

Grato y muy sobrio debut el del actor británico Paddy Considine (“Bosque de sombras”, “El legado de Bourne”, “En America”) con una historia que giraba sobre el dolor contenido, la tristeza como base de las existencias de unos personajes desencantados y torturados. Considine realizaba una obra difícil de digerir donde el alcoholismo, catolicismo o la violencia de género eran norma común en el día a día de los personajes de Peter Mullan y Olivia Colman, los cuales ofrecían dos desgarradoras interpretaciones entablando una relación imposible sobre la que se sustentaba su cruel guión y su atmósfera áspera. Una cinta nada agradable pero estupenda.


      3. TAKE SHELTER

Continuando la estela apocalíptica de títulos como “Otra tierra” o “Melancolía”, “Take Shelter” representaba la necesidad de un refugio, la fragilidad del hombre y el miedo a las eventualidades no tangibles, en este caso en forma de tormenta final y fatal. La degradación psicológica y física de un incomensurable Michael Shannon apuntaba al ser humano como único responsable de la construcción y destrucción de una vida modélica aunque su director, Jeff Nichols, sembraba el desasosiego de constantes naturales a través de su fabuloso increscendo narrativo de ciencia ficción con el que reforzaba la idea del peligro externo e incontrolable capaz de atormentar y reforzar el relato intimo de su desquiciado y abnegado padre de familia. Su final ambiguo, nos permitía decidir entre realidad y ficción, entre sueño y pesadilla haciendo perdurable una película excelente con vocación de culto.

      4. LA INVENCIÓN DE HUGO

Martin Scorsese no entiende los sueños si no hay celuloide de por medio. Y para el bueno de Martin la magia de un film familiar, en 3 dimensiones y con elementos fantásticos sólo se obtiene a través de la nostalgia cinéfila. Es por eso que el relato de Brian Selznick, “La invención de Hugo” se ajustaba como un guante a la memoria y predilección cinematográfica del cineasta neoyorkino a pesar de pertenecer a un género inexplorado y radicalmente opuesto al que nos tiene acostumbrados el director de “Uno de los nuestros”. “La invención de Hugo” era un bellisimo cuento sobre el nacimiento del cine donde no faltan los hermanos Lumiere, el Viaje a la Luna de Meliès o incluso el Harold Lloyd de "El hombre mosca" que haría las delicias del cinéfilo más melancólico y del niño más ávido de aventuras y conocimientos.

5. WAR HORSE

Es sorprendente la capacidad de un cineasta como Steven Spielberg para alternar la modernidad con el más absoluto clasicismo. Si no fuese porque existen pocos realizadores que manejen la cámara como él, uno jamás imaginaría que el director de la revolucionaria Las aventuras de Tintín, con su asombrosa evolución de la capture-motion y su ritmo vertiginoso, es el mismo que se esconde bajo un relato calmado, sentido y tradicional como el de “War Horse”. Probablemente no estemos ante su película más redonda, pero es inevitable encontrar retazos del mejor Spielberg en momentos como la elipsis de las aspas del molino o la comunión entre soldados de diferente bando en tierra de nadie. Y como siempre era una delicia encontrar las imágenes del maestro fundidas con la impagable música de John Williams.

6. EN LA CASA

Triunfadora en el festival de cine de San Sebastián, “En la casa” de Francois Ozon, adaptación de la obra teatral del español Juan Mayorga, lograba sembrar el desconcierto en el espectador por medio de su hábil fundido entre realidad y ficción. Lentamente, tal y como le ocurría al bueno de Fabrice Lucchini, nos encontrabamos inmersos y completamente interesados en el relato de Erns Umhauer (gran descubrimiento el suyo) hasta el punto de seguir encantados el juego de ficción propuesto por Ozon y en el cual se daban la mano el voyeurismo, el desencanto profesional, el amor por la literatura y la creación. Una obra cargada de excelentes diálogos y un especial sentido del humor, justa ganadora del reconocimiento festivalero.

      7. PROMETHEUS

Con “Prometheus”, Ridley Scott ha retornado al campo en el que mejor supo desenvolverse. Y lo ha hecho con un trabajo fascinante e insólito que nos devuelve la inteligencia de Scott como ilustrador de universos espaciales, como creador de sugerentes atmósferas, como narrador excelentemente dotado para el terror de lo desconocido. Mezcla imposible, repleta de ideas descartadas (esa pirámide con jeroglíficos que existía en el guión previo de “Alien"), universos que conviven en el imaginario colectivo (el arte barroco de H.R. Giger) y nuevos planteamientos con ambiciones tan colosales como demenciales donde Damon Lindelof (“Perdidos”), lo mitológico, lo religioso y lo indescifrable se imponían sobre la precuela canónica de “Alien”, de la que “Prometheus” era tan sólo un macguffin cargado de guiños al fandom.
  
      8. RUBY SPARKS

Sobre la obsesión por la creación, las musas, la búsqueda de la perfección y las relaciones de pareja habla “Ruby Sparks”, segunda propuesta del dúo Jonathan Dayton y Valerie Faris (“Pequeña Miss Sunshine”) que en esta ocasión ceden el protagonismo creativo a la joven Zoe Kazan, nieta del mítico director Elia Kazan y ávida guionista y encantadora protagonista de la película que pone nombre a su personaje. Mezcla del lenguaje de Woody Allen y de comedias románticas amargas como “500 días Juntos”, “Ruby Sparks” contenía un componente mágico que determinaba el carácter de una película cuyo final dejará un poso de alegría y buenrollismo que aún lejos del maravilloso optimismo de “Pequeña Miss Sunshine” no evita provocar una prolongada sonrisa y buen cuerpo en el espectador.

     9. MOONRISE KINGDOM

Tras elaborar un divertidisimo stop-motion de zorros que tenían voz de George Clooney Anderson vuelve a su luminosa acción real para, junto a Roman Coppola (con el que ya escribiese “Viaje a Darjeeling”) transportarnos a una isla idílica que servirá como emplazamiento romántico para los inadaptados Sam y Suzy (excelente casting el de ambos), un joven scout huérfano y la hija de una familia totalmente disfuncional, que no dudan en dejar atrás su rutina para emprender una huida de descubrimiento y complicidad. De ser un niño y jugar a ser adulto y ser un adulto tan ingenuo como un niño habla Wes Anderson en este nuevo ejercicio de estilo y creatividad. Llena de color y positividad, “Moonrise Kingdom” es tan extraordinaria y distinta como algunos de sus anteriores trabajos (“Los Tenenbaums”) pero, en esta ocasión, su potente factura formal no se ve obstruida por la extravangancia de su fondo sino más bien todo lo contrario, “Moonrise Kingdom” bien puede instalarse como una de las más lucidas y bonitas historias sobre el amor en tiempos de pubertad.

10. ARGO

Deudora del “Munich” de Spielberg, es “Argo” una oda a la heroicidad americana tan del gusto del espectador yankee, la cual, rizando el rizo, es además un elogio de la industria hollywoodiense, del cine y la ciencia-ficción como salvoconducto. Aunque lejos de perderse en loas patrióticas, la tercera película de Ben Affleck como director, opta por el thriller vibrante de suspense contenido, por el entretenimiento puro que aparca a un lado su premisa política y sustituye rigor por pasatiempo cinéfilo. Cargada de sentido del humor gracias a la presencia en el plano secundario de Alan Arkin y John Goodman, “Argo” se guardaba un as en la manga; un tramo final cargado de tensión e intensidad con un excelente montaje y planificación que dejaría al espectador pegado a la butaca y exhausto al final de la proyección.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

1 comentarios

  1. siempre me ha costado decidir en este tipo de listas, "las 10 mejores", "las 10 peores"... viendo tu lista, sólo estoy segura de que en la mía NO entrarían ni por los pelos: "la invención de Hugo", por los interminables paseos del protagonista a la casa de Meliès, "en la casa", entretenida, con algún momento divertido, pero no me dijo mucho; "moonrise kingdom", más de lo mismo de Wes Anderson. Para gustos colores...