Mientras Michael Haneke nos
aterraba con su severa y realista visión de la tercera edad en “Amour”, “Tipos
Legales” aterriza en la cartelera apenas
unos meses después para decirnos que la vejez no es tan desoladora. En realidad, es casi una práctica habitual en Hollywood que todo actor con
mayúsculas se guarde para sí una película ligera y despreocupada que sirva de reencuentro con
amigos de la interpretación, con la que relajarse y disfrutar de un plácido y nostálgico
rodaje y que, por supuesto, tenga a la vejez como base del relato. Lo hizo
Clint Eastwood con “Space Cowboys” o Jack Nicholson con “Ahora o nunca”.
También habló de la tercera edad, Dustin Hoffman en su tardío debut en la
dirección con “Quartet”. Ahora, Al Pacino, Christopher Walken y Alan Arkin
hacen lo propio con “Tipos Legales” dirigida por Fisher Stevens, aquel que
fuese novio de Phoebe en “Friends” y protagonizase “Cortocircuito”.

Entre batallitas, abusos de viagra y correrias nocturnas en slow-motion que puedan recordar furtivamente a "Jo,que noche" (esa irrupción de Vanesa Ferlito, la bailarina de "Death Proof"), la película de Stevens apunta levemente un par de tramas de fondo que permitan a "Tipos Legales" no ser una película que no tenga absolutamente nada que contar. Una misión a ejecutar por Walken que afecta directamente a Pacino, un nieta a la que visitar cada día, un rescate de un geriatrico con final fatal pero feliz. Detalles que permiten avanzar a una película prejubilatoria pero entrañable por inocua y simpática. Al fin y al cabo ¿por qué ibamos a negarle el divertimento a unos mayores que lo han sido todo?.
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