21 de octubre de 2013


Hugh Jackman es un actor que luce mejor cuando tiene que tirar de carácter sacando las garras con el ceño fruncido o cantando “Look Down” mientras levanta un barco encallado que cuando tiene que ejercer de padre de familia amable. Por suerte para él, en “Prisioneros”, su pequeña hija no tarda en desaparecer (no estoy desvelando nada que la sinopsis o su criminal trailer hayan desvelado ya) dejando atrás las escenas de armonía “día de acción de gracias style” y provocando el drama instantáneo y la consiguiente irascibilidad del personaje en el que mejor se desenvuelve el actor australiano.

A partir de ese temprano suceso, la película del director de “Incendies”, Denis Villeneuve, es un tour de force entre el intenso y dramático padre coraje de Jackman y el policía con conjuntivitis de Jake Gyllenhaal por ser el más listo de la clase y encontrar antes a las niñas desaparecidas. Uno desde el lado de la ley, el otro desde el margen, lo cual implica los inevitables conflictos morales sobre la justicia y los procedimientos policiales.

En su largo metraje de 145 minutos, lento pero seguro, Villeneuve explora los caminos que han transitado thrillers recientes como “Mystic River”, “Zodiac” o “Adiós, pequeña, adiós” en los que el drama personal fluye entre el desasosiego de los actos humanos cometidos, lo turbio de su atmósfera y el agreste y desolador paisaje que pone fondo a la película, por lo que éste es uno de de esos títulos alejados de la resolución rápida y azarosa de las situaciones tan del gusto del thriller hollywoodiense. “Prisioneros” da vueltas y vueltas sobre el caso a resolver no eludiendo secuencias que resulten ser un simple error o paso en falso de sus personajes pero al tiempo mostrándose intensa y con un interés ascendente en todo momento. Durante su largo recorrido tiene tiempo para dejar apuntes religiosos en forma de tatuajes o padrenuestros que elevan la contradicción interior de sus protagonistas en su huida hacía delante y que definen su pasado y sus temores. Las interpretaciones de Jackman y Gyllehaal colaboran a la hora de dotar de la medida justa de aspereza y fuerza a los obstinados hombres que encarnan aunque es el quebradizo personaje de Paul Dano el que acabará robando los planos a ambos. Melissa Leo, Viola Davis, Terence Howard o Maria Bello, completan un reparto a la altura de su magnífica puesta en escena y la gélida y turbadora fotografía del eterno nominado Roger Deakins que hacen de “Prisioneros” casi un suceso real, hipnótico y estremecedor a ojos del espectador y que te hará sospechar de la próxima caravana desvencijada que encuentres aparcada en tu barrio. Un thriller notable y muy estimulante.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

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