26 de agosto de 2005
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Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.
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Con esta entrega, acaba "Hitchcock y los ojos". Podeis contemplar las miradas sospechosas de Robert Donat o Joseph Cotten, la mirada drogada de Bergman o la acusadora del policia que seguia a Janet Leight en "Psicosis".
Próxima entrega: Hitchcock y las manos.
¿Mirada acusadora del policia? Mmmmmmmmmm, interesante. ¿Es la mirada del policia acusadora o es la mirada de Janet Leight la que se nos muestra culpable y provoca el pánico?
Siempre me parece que Hitchcock estaba probando el "efecto Kuleschov con el policía. Ni gestos, ni expresión. Un maniquí con el traje de policía que tanto pavor le daba.
Slds
En realidad lleva toda la razón. No eran tantas las sospechas del policía como la culpabilidad que sentia Marion Crane por el robo cometido. Ello daba argumentos al polícia para dudar de la inocencia de esa chica.
Contaba Hitchcock que siendo pequeño, su padre le sometió a un severo castigo, cuando lo encerró en una celda de la prisión por hacer una gamberrada infantil. Por supuesto, su padre y el dueño de la prisión eran amigos y a ellos les parecio divertido el castigo.No tanto al pequeño, Alfred, en el que nacio un trauma relacionado con la policia y sus agentes, que se puede observar perfectamente en toda su filmografia.
Saludos Augie, sus puntualizaciones son muy ricas y animan al dialogo!