"Obaba" de Montxo Armendariz ha sido la película elegida para representar a nuestro país en la proxima edición de los premios Oscar...algo que no dice demasiado de ella si echamos un vistazo a sus rivales, el cine rancio de Garci en "Ninette" y un Fernando Leon de Aranoa vendido a su propia formula en "Princesas".
"Obaba" viene a ser más de lo mismo de un director que nunca ha abandonado lo rural, con la excepción de "Historias del Kronen". De nuevo una historia en la que un niño se acerca timidamente al sexo, otra vez una historia con profesores, vecinos, andanzas colegiales y un tonto del pueblo de por medio.
El autor de la novela de la que parte esta cinta, Bernardo Atxaga, ha quedado satisfecho con la versión. Una versión que reduce las más de 20 pequeñas historias del libro, en tan solo 3 y que además introduce el hilo conductor contemporaneo con escaso acierto.
Barbara Lennie, ha sido la actriz elegida para ejercer de investigadora en la cinta, camara en mano. Para ser la narradora de los hechos del espectral pueblo.
Ella dice que le han hecho un favor dandole el papel, yo no pienso lo mismo. Es insulso a más no poder.
La parte contemporanea de "Obaba", la que protagoniza la citada Lennie, contiene un absurdo estilo de inquietud, a medio camino entre el falso documental y la intriga que no funciona por ningún lado, que alarga la película y que resta interés a las expectativas del espectador acerca del pasado de Obaba, apoyada además en una desafortunada interpretación de Juan Diego Botto, y unos esfuerzos en balde del reparto, por suscitar el minimo interés por ese pasado.
Por otro lado, cuando se realiza una pelicula estructurada por capitulos hay que tener sumo cuidado. Hay que buscar la compensación entre las diferentes historias. Hay que lograr que al termino de una historia, haya ganas de ver la siguiente. Eso no ocurre con "Obaba".
Desde la primera historia, protagonizada por una entonada Pilar Lopez de Ayala, nos damos cuenta de que Armendariz no ha abandonado su tono habitual, contandonos lo ya contado en "Tasio", "Secretos del corazón" o "Silencio roto", con oficio, eso si, pero sin alardes.
Sorprendente es la segunda trama, que se salva por la excelente interpretación de Eduard Fernandez, pudiendo suscitar las risas del personal con una ridicula voz en off. Para finalizar, la tercera y última historia, la del niño alemán, apenas interesa, porque, al menos yo, ya estaba sumamente aburrido.
Es importante tener un estilo propio, ser un autor, contar las historias con las que uno se sienta más comodo o identificado, pero el error es acomodarse. Armendariz no ha evolucionado, a pesar de haber tenido 4 años para preparar una nueva cinta de ficción. Esta falta de progreso ha derivado en una cinta que no nos ofrece nada que no hayamos visto antes y de una mejor manera dentro de la carrera de este director, el director de lo rural, lo nostalgico y lo costumbrista. Constantes, por otro lado, basicas de nuestro cine patrio.
hombre, mister rob gordon...
ya se le echaba de menos...
lástima que tenga que retomar el blog con "Sobaba"...
;)