8 de noviembre de 2005

Adaptar una novela de entramado político, mundial y conspirador es siempre tarea dificil. John Le Carré es uno de los escritores más densos y precisos en este género literario y las adaptaciones al cine de sus novelas siempre son una obra delicada y complicada.
Fernando Meirelles, director de la magistral "Ciudad de Dios", se ha atrevido con una de sus novelas "The Constant Gardener", para dar el salto a la industria Hollywoodiense.
Un acto arriesgado, nada comercial, que sin embargo saca a flote con oficio y momentos más que decentes.

Justin Quayle (Ralph Fiennes) es un timido diplomático casado con, Tessa (Rachel Weisz) , una pasional defensora de los derechos tercermundistas. Un aparentemente feliz matrimonio que se complicará desde las más altas esferas politicas, debido a la intromisión de Tessa en asuntos de indole mundial.

Meirelles nos ha contado una historia de amor y ha recurrido al flashback y al juego con los tiempos narrativos para conseguir la intriga que la novela proponia.
"El jardinero fiel" empieza con la muerte de uno de sus protagonistas. Desde ese momento la vuelta a tras en el tiempo sucede para contarnos los comienzos de la pareja formada por Fiennes y Weisz (los dos en buenas interpretaciones).
El director brasileño no pierde el tiempo, va directo al grano y nos muestra unicamente los momentos relevantes de la pareja.
Más tarde nos mostrará escenas que hagan pensar al espectador en una posible infidelidad o traición del matrimonio. Con estas, empezamos a enteder ciertas reacciones o comportamientos de los protagonistas.
Hasta el punto de cerrar una primera parte de la historia con una idea clara forjada en el espectador, que le haga posicionarse del lado de Fiennes, más que del lado de Weisz.

Durante esta primera mitad del metraje, Meirelles recurre a una estética cercana a "Ciudad de Dios" en el retrato tercermundista de Africa, con movimientos de cámara, montaje loco y escenas salteadas. Estamos ante los momentos comprometidos con la causa. Solo conocemos a la pareja, a nadie mas. Tampoco tenemos claros sus fines.

Inteligentemente Meirelles ha planteado todas las cuestiones (romanticas, politicas, territoriales) de manera inconclusa o confusa. Es entonces, en esta segunda mitad de la cinta, cuando da via libre al thriller, a la intriga, a esa busqueda de respuestas que comienza Ralph Fiennes y que va completando un puzzle con piezas que son una sorpresa tanto para el, como para el propio espectador.
Es ahi, cuando encontramos lo romantico de la trama, la conspiracion y los intereses politicos. Poco a poco la película ha ido ganando en interés, hasta mantener en vilo al espectador, gracias a ese descubrimiento de pistas que encajan.
Y aunque "El jardinero fiel" parecia un thriller sin emocion y una pelicula romantica sin romance, esta acaba convirtiendose en una bonita demostración de amor y fidelidad y en una trama llena de las constantes necesarias para que funcione un film de intriga.

Por tanto, arriesgado debút americano de Meirelles, que además ha contado con una envolvente y gran música de Alberto Iglesias, compositor habitual de Medem o Almodovar, que por fin ha dado el salto a la gran industria. Le deseamos suerte en los premios Oscar, para los que ya suena como mejor banda sonora del año.
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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

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