Un mal cada vez más presente en el cine es el cambio climático y sus consecuencias en el planeta y en sus habitantes. Desde la infertilidad del ser humano, narrada con mano maestra por Alfonso Cuarón en “Hijos de los hombres”, pasando por la delirante propuesta de Roland Emmerich sobre el deshielo de los polos, de título nada alentador, “El día de mañana”, o el galardonado documental de Al Gore, “Una verdad incomoda”, hasta la futura cinta del siempre vigilante a los males del ser humano actual, M. Night Shyamalan, “The Happening”. Todas ellas, en un género u otro (principalmente en la ciencia-ficción), elaboran sus ficciones, mas o menos descabelladas, alrededor de este problema que empieza a ser tema común de conversación en cualquier ciudadano de a pie.
La nueva obra del inglés Danny Boyle, continua esta corriente, quizás de un modo inconsciente pero de interesante estudio, con “Sunshine” en la cual la raza humana se extinguirá a consecuencia de la falta de actividad solar. 6 hombres y 2 mujeres (entre ellos, Cillian Murphy o Michelle Yeoh) serán los encargados de intentar revitalizar al Sol para que este vuelva a brillar y pueda dotar de luz al planeta tierra.
Dentro de un subgénero, la ciencia-ficción espacial, cada vez menos habitual en el cine actual, Boyle, responsable de “Transpotting”, “La Playa” o “28 días después”, y su guionista habitual, Alex Garland, utilizan esta premisa argumental y este mal endémico, para crear una cinta que se mueve por los caminos correctos y ejemplares del cine espacial, pero que se desvía de un modo alarmante en su tramo final.
“2001; una odisea en el espacio” de Stanley Kubrick y “Alien, el octavo pasajero” de Ridley Scott, son, además de las cintas más míticas e importantes del cine en el espacio, las obvias referencias que toma Boyle para construir su narración. La presencia de un ordenador que ejecuta órdenes humanas de un modo obediente, pero que también se permite contraordenes a su antojo, o la relación entre los distintos tripulantes de una nave (la Icarus 2), sus conversaciones alrededor de una mesa y su paso a la acción, son los esbozos de Boyle hacía las citadas obras. Del mismo modo, el inglés sale más que airoso, a la hora de convertir a la nave espacial en un elemento con el mismo o mayor peso que el actor de más elevado protagonismo, así como también en la manera de conjugar las discusiones en lenguaje científico y técnico de los astronautas, con los planos de protagonismo absoluto del Icarus 2 y los hallazgos visuales de último modelo (en los que Boyle se recrea y se gusta), sin que ello repercuta en el avance de la acción.
Problemas inesperados, situaciones críticas y soluciones de suma peligrosidad, hacen que su historia sea fluida y tenga interés en el espectador. Porque “Sunshine” no es una película de personajes, a pesar de encontrarnos en todo momento con 8 seres y una misión, ni tampoco un film de aventuras espaciales al estilo “Star Wars”. Es una obra sobre el planeta Tierra, su salvación, sobre el universo, su abismo y los intentos del hombre y sus maquinas por atravesarla sin caer en sus profundidades.
De ahí, que el giro que acomete en su parte final, totalmente inapropiado e injustificado, lleve a “Sunshine” (más cercano a la estimable “Horizonte Final” que a todo lo narrado hasta el momento), hacía un film de terror que nunca fue y que “chirria” ostensiblemente con el conjunto de la película. Un cambio de tercio brusco y torpe, como si Boyle y Garland no hubiesen sabido como rellenar el último cuarto de hora de metraje y hubiesen tirado por el camino más fácil y manido.
En definitiva, una correcta y entretenida propuesta, que engrosará esa lista, cada vez más amplia, de films de género preocupados por el cambio climático, pero que no será recordada dentro del cine de ciencia-ficción, ni siquiera por esos detalles o virtudes aisladas que pueda contener.
La nueva obra del inglés Danny Boyle, continua esta corriente, quizás de un modo inconsciente pero de interesante estudio, con “Sunshine” en la cual la raza humana se extinguirá a consecuencia de la falta de actividad solar. 6 hombres y 2 mujeres (entre ellos, Cillian Murphy o Michelle Yeoh) serán los encargados de intentar revitalizar al Sol para que este vuelva a brillar y pueda dotar de luz al planeta tierra.
Dentro de un subgénero, la ciencia-ficción espacial, cada vez menos habitual en el cine actual, Boyle, responsable de “Transpotting”, “La Playa” o “28 días después”, y su guionista habitual, Alex Garland, utilizan esta premisa argumental y este mal endémico, para crear una cinta que se mueve por los caminos correctos y ejemplares del cine espacial, pero que se desvía de un modo alarmante en su tramo final.
“2001; una odisea en el espacio” de Stanley Kubrick y “Alien, el octavo pasajero” de Ridley Scott, son, además de las cintas más míticas e importantes del cine en el espacio, las obvias referencias que toma Boyle para construir su narración. La presencia de un ordenador que ejecuta órdenes humanas de un modo obediente, pero que también se permite contraordenes a su antojo, o la relación entre los distintos tripulantes de una nave (la Icarus 2), sus conversaciones alrededor de una mesa y su paso a la acción, son los esbozos de Boyle hacía las citadas obras. Del mismo modo, el inglés sale más que airoso, a la hora de convertir a la nave espacial en un elemento con el mismo o mayor peso que el actor de más elevado protagonismo, así como también en la manera de conjugar las discusiones en lenguaje científico y técnico de los astronautas, con los planos de protagonismo absoluto del Icarus 2 y los hallazgos visuales de último modelo (en los que Boyle se recrea y se gusta), sin que ello repercuta en el avance de la acción.
Problemas inesperados, situaciones críticas y soluciones de suma peligrosidad, hacen que su historia sea fluida y tenga interés en el espectador. Porque “Sunshine” no es una película de personajes, a pesar de encontrarnos en todo momento con 8 seres y una misión, ni tampoco un film de aventuras espaciales al estilo “Star Wars”. Es una obra sobre el planeta Tierra, su salvación, sobre el universo, su abismo y los intentos del hombre y sus maquinas por atravesarla sin caer en sus profundidades.
De ahí, que el giro que acomete en su parte final, totalmente inapropiado e injustificado, lleve a “Sunshine” (más cercano a la estimable “Horizonte Final” que a todo lo narrado hasta el momento), hacía un film de terror que nunca fue y que “chirria” ostensiblemente con el conjunto de la película. Un cambio de tercio brusco y torpe, como si Boyle y Garland no hubiesen sabido como rellenar el último cuarto de hora de metraje y hubiesen tirado por el camino más fácil y manido.
En definitiva, una correcta y entretenida propuesta, que engrosará esa lista, cada vez más amplia, de films de género preocupados por el cambio climático, pero que no será recordada dentro del cine de ciencia-ficción, ni siquiera por esos detalles o virtudes aisladas que pueda contener.
Buenas
En mi opinión las buenas obras de Ciencia - Ficción son 50% Ciencia y 50% Ficción. Si el componente de Ciencia es el mayor, la obra suele ser aburrida. Si es el componente de Ficción el mayoritario, entonces es increible.
Dicho esto, y sin haber visto "Sunshine" , sabía que pertenecía a la segunda categoria subsección "Salvar la Tierra". Porque ¿en que se diferencia esta película de: "Deep Impact", "Armagedon, "The Core", "Space Cowboys" y similares?. Quizás en que el McGuffin que utiliza es el más gordo hasta la fecha: Volver a encender el sol. En este caso, lo único que puede salvarla son espectaculares efectos especiales y buena trama. Pero si añadimos tu comentario de que el final se va por otros derroteros al estilo de "Horizonte Final" (a mi no me gusto), entonces definitivamente me esperaré al DVD.
Gracias a ti Robgordon me ahorraré dos entradas de cine.
Un saludo
Efectivamente, major, esta película perteneceria a ese grupo que usted cita, pero tambien al de 2001 y Alien.
Se aleja del primer grupo, en; que no existe historia de amor, ni tampoco una heroicidad latente durante toda la cinta, un presidente de los EEUU, y una visión del sufrimiento de la población terrestre simultanea a lo que se narra en el espacio.
Se acerca al segundo, al dar un amplio protagonismo a la nave, al intentar Danny Boyle, desarrollar alardes visuales no al servicio de la historia sino al servicio del universo espacial creado.
Creo que Boyle no intenta una cinta catastrofista y si una peli espacial.
Pero, aun asi, se queda tan solo en un buen intento con un final torpe e inapropiado.
Me alegra ahorrarle dos entradas de cine, que según como están los precios, no es moco de pavo...
Yo tengo muchas ganas de verla... Y una cosa, la música parece estar muy bien, por lo menos en el trailer queda genial. En fin, ya veremos...
PD: he colgado en Tiempo de culto para los nostalgicos un homenaje a los Monty Python, en el cual he añadido el discurso de John Cleese en el funeral de Graham Chapman traducido (me ha llevado un rato largo)...
Un saludo a todos los cinefilos y cinefalos...
La verdad es que he leido varias criticas de la pelicula y todas coinciden en que el ultimo cuarto la pelicula pierde toda la seriedad y credibilidad que se le habia dado durante lso primeros tres cuartos
En el trailer largo ya se apreciaba que se usaba el topico de que habia alguien mas en la nave, por lo que me parecio tan tipico que perdi todo el interes por la pelicula.
No obstante, no dudo que cuando salga en DVD la vere, aunque solo sea por curiosidad
Un saludo!!!
La semana que viene voy a verla seguramente. Ya contare lo que me ha parecido, de momento me resisto a leer mas de la cuenta.
Qué pereza me está dando ir al cine estas últimas semanas. Entre el buen tiempo y que la cartelera tampoco es que invite demasiado a encerrarse en una sala... Esta todavía no la he visto, y eso que es de las pocas que parece que se salven...
Pues mi peli favorita de Boyle es Millones... una rareza más. Quizá me anime a verla.
Estoy de acuerdo con tu comentario. La película termina perdiéndose entre tanto tributo a las obras más referenciadas de la ciencia-ficción.
Y ese giro final hacia el terror dilapida mucho de lo bueno que se había sembrado con anterioridad. Está bien, pero pudo haber sido mucho mejor.
Un saludo.