MUY MUY LEJOS DE SU ORIGINAL...

En este verano del 2007 estamos siendo testigos de la acumulación de las terceras partes, que nos están dando, lamentablemente, múltiples y poderosas razones, para desconfiar de otras películas que lleven el número tres por título en años venideros (y no me refiero a títulos como “300” o “Los tres días del cóndor”, por si habéis pensado la broma).
Las terceras partes se han establecido, en este ejercicio, como la demostración del agotamiento de una formula, que ya mostró signos de debilidad en las secuelas, pero que llega, en estos cierres de trilogía, a un nivel alarmante de falta de ideas y de explotación de personajes.

Y no es que “Shrek tercero” sea la peor tercera parte que nos ha llegado en esta temporada estival, pero si vuelve a demostrar, como ya hicieron “Piratas del Caribe, En el fin del mundo” o “Spiderman 3”, ese agotamiento del que hablamos, convirtiéndose esta, en una obra fallida sin el espíritu y energía de sus predecesoras. Con la ligera salvedad de “Ocean´s Thirteen”, las terceras partes del 2007, han bajado peligrosamente el listón; “Spiderman 3” era una cinta vergonzosa, “Piratas del Caribe, En el fin del mundo”, un soporífero aburrimiento sin pies ni cabeza y “Shrek tercero” es ahora, una tercera entrega carente de esa originalidad demostrada a lo largo de la saga.

La historia que da pie a esta entrega, nos ubica en el reino de Muy Muy Lejos, donde Shrek y Fiona tendrán que enfrentarse a la herencia del trono real o encontrar a la siguiente persona en la línea de sucesión, Artie, un joven muchacho con no demasiadas aspiraciones. Entre tanto, Shrek será padre y el príncipe Encantador, preparará un asalto al trono en ausencia del verde ogro.

“Shrek tercero” no tiene ni la frescura ni mala leche de la primera y segunda parte, elementos que hicieron famosa principalmente a la cinta original, proporcionándole el Oscar a la Mejor Película Animada, a pesar de que las intenciones son buenas y no estamos ante una cinta pretenciosa.“Shrek tercero” gana en previsibilidad y concede demasiada cancha a los momentos de moralina, que la acercan más a una cinta animada exclusivamente infantil, que a aquel “Shrek” cargado de ironía, parodia y cinefilia que todos conocimos.

Y es que en “Shrek tercero” los chistes no funcionan, los personajes de cuento que ahora cobran mayor protagonismo, no tienen suficiente carisma y a los que ya conocíamos, les falta el ingenio y la inspiración de las dos cintas previas. (Tanto Asno, como el Gato con Botas, o el mismisimo Shrek, parecen sosas imitaciones de si mismos). Ni Merlin, un mago torpe hecho únicamente para el disfrute del espectador de más pequeño de la sala, ni Arturo, el heredero al trono, ni la banda de los malos de cuentos (Garfio, la bruja de Blancanieves, entre otros) consiguen estar a la altura de lo que supuso, por ejemplo, la fulgurante aparición del Gato con Botas y su mirada matadora en la secuela (con spin-off a la vista) o el toque humorístico de buddy movie que aportaba Asno en la cinta original, y que, repito, en esta ocasión, también ellos han olvidado.

Sin embargo hay algo que sí supone una evolución en “Shrek Tercero”. Técnicamente, nos encontramos ante la película más perfecta de la saga. Todo un alarde de animación por parte de la compañía Dreamworks que consigue con está su obra más impecable hasta la fecha en este campo, en el que ya ha demostrado sobradamente su poder, pero que no ha podido complementar con un guión a la altura (algo que siempre ha sido su fuerte).

Por tanto, nos encontramos ante una cinta fallida, a la que no se le puede negar su voluntad en ofrecernos un buen entretenimiento, pero que parece haber exprimido al máximo su propia formula, evidenciando así los primeros síntomas de debilidad de la franquicia creada por Dreamworks, pero que sin embargo, tras su excelente resultado en taquilla, dará a luz dos títulos más, una cuarta parte y ese spin-off basado en la figura del Gato con Botas como protagonista absoluto, que visto lo visto, a un servidor se le antojan innecesarios.