26 de marzo de 2009

He aquí el último trabajo de Almodóvar, cineasta particular, despierto, mediático, ególatra y genial. Su carrera, desde el trabajo más primerizo hasta estos últimos más maduros y reconocidos, ha provocado en el espectador y/o seguidor una relación llena de altibajos donde caben grandes halagos y también bruscas rupturas abiertas a reconciliación.

Es además, el gigantesco ego de Pedro el que hace de su cine una experiencia a aplaudir o una exaltación de narcisismo según el caso. “Los Abrazos Rotos” tiene mucho de esto último, suponiendo el mayor ejercicio de ego en la carrera del director manchego.

Se presupone que Almodóvar siempre va a redundar sobre su universo, que va a dedicar minutos y secuencias a su desfile de innegable estilo y talento, algo excusable cuando sus historias están a la altura pero no cuando están precisamente afectadas en extremo por esto.

Que el protagonista de su última película sea un director y escritor de cine con gran sensibilidad, que prepara una película de considerable parecido a “Mujeres al borde de un ataque de nervios”, que tiene al diario El País como lectura de cabecera y que ama a su actriz, Penélope Cruz por encima de todas las cosas, dice mucho de las intenciones de “Los Abrazos Rotos”, que no es otra cosa que un pastiche nada comedido y menos lucido de lo habitual en el director de “Hable con ella” o “Volver” (probablemente sus dos mayores logros en los que si conseguía el equilibrio en su cine), donde sus continuas idas y venidas temporales, pasionales, sentimentales y familiares tienen una dudosa utilidad para el fin común de la obra y sí bastante provecho para el lucimiento del cine puramente almodovariano.

No falta el melodrama, la intriga de toque noir, atormentados personajes homosexuales (Ruben Ochandiano) y múltiples referencias al cine clásico (“Te querré siempre”, “Ascensor para el cadalso”, “El fotógrafo del pánico”) y no se puede negar que en determinadas ideas o secuencias aflora el Almodóvar más inspirado; la lectura de labios del personaje de Lola Dueñas y las correspondientes y contenidas reacciones de José Luis Gómez, la tormenta de ideas sobre un guión vampírico titulado “Dona Sangre”. Sin embargo “Los Abrazos rotos” fracasa en su base e incluso en lo más inesperado; sus interpretaciones, que salvo contadas excepciones (José Luis Gómez) no llegan al nivel que suele lograr Almodóvar en sus actores.

La historia de pasión y celos que plantea “Los Abrazos rotos” es mínima, insuficiente y poco poderosa como para justificar el tinglado de “cine dentro del cine” con directores ciegos, jóvenes Djs lazarillos, secretos inconfesados, paisajes canarios y amores truncados que plantea el manchego. Y cuando todo eso no cuaja, el cine de Almodóvar anda en una peligrosa línea cercana a lo grotesco.

Quizá Almodóvar necesita una cura de modestia para poder evitar producciones como esta. Porque ni “Los Abrazos rotos” hace bueno el cine de este director, ni “Chicas y maletas” (la película que Lluis Homar, el alter ego de Almodóvar, rueda) es tan tronchante y genial el propio director considera.

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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

7 comentarios

  1. Anónimo says:

    Pues a mí me ha encantado. El elenco no da la talla? En mi opinión es más bien al contrario. Pe no necesita ni gritar, je!. Además tiene unos encuadres preciosistas muy logrados, como la escena del guionista ciego palpando la fotografía con las manos, o la de la lágrima sobre el tomate, por citar alguna. Ah! y la de Lena encendiendo el cigarrillo cuando cree muerto a su marido: autentica femme fatale, la mejor de todas!

    Saludos!

  2. Solo José Luis Gómez y Lola Dueñas están de sobresaliente...

    No me creo a Lluis Homar en ningún momento.

    Blanca Portillo tiene una secuencia espantosa (en la que confiesa sus secretos mientras bebe), que además se supone que es de las más importantes de la cinta.

    Penélope Cruz no chillaba nada en "Elegy" y estaba infinitamente mejor allí.

    Por no hablar de Tamar Novas, Kira Miro, Dani "canto del loco" Martin o Alejo Sauras...¿no era algo complicado ser chico/a Almodovar? Pues estos desprestigian ese término.

    Y Rubén Ochandiano....no tengo palabras...

    Saludos!

  3. Estoy muy de acuerdo. Buena crítica, amigo.

  4. Veo que está causando bastante polémica... Me acercaré a ver qué tal. (Ayer vi Vals con Bashir. Si no la has visto, no te la pierdas, Rob).

    Acabo de realizar un cortometraje. Me gustaría que me dijeras qué te parece. En mi blog he escrito un poco sobre él y está colgado en Youtube.
    Espero tu opinión, Rob ;)!
    Un saludo!

  5. El Deme says:

    Me parece una obra maestra. Un relato de cuatro personajes entrecruzados por el destino (el empresario, el director, la actriz y la productora). Los paisajes de Lanzarote fotrografiados a lo lejos mientros un coche atraviesa la pantalla me parece una delicia.
    El cine hiperrealista de Almodóvar tiene sus claves: para costumbrismo hay otros directores más funcionales (Bollaín, León de Aranoa). El que un actor esté bien o no en su papel depende de la simpatía personal. ¿En su película 17 tenemos que descubrir que los diálogos almodovarianos resultan increíbles?. Los abrazos rotos es un juego con reglas, abstenerse almas cándidas y buceadores de realismo social.

  6. Mary Poppins says:

    La peli es Almodóvar de pies a cabeza, pero creo que ha reunido en esta película lo más soso de él mismo, una historia que no lleva a nada, no cuenta nada, unos personajes faltos de carisma (como Lluis Homar y Tamar Novas) algunos incluso ridículos (Ruben Ochandiano, y la propia Blanca Portillo en alguna escena) Aún salvando momentos e interpretaciones brillantes, como bien se ha dicho en todas partes: Lola Dueñas como lectora de labios, la desvergonzada Carmen Machi en "Chicas y Maletas", Penélope en casi todos sus planos... no me es suficiente para ver en "LOS ABRAZOS ROTOS" una buena película de Almodóvar.
    Saludos!

  7. Anónimo says:

    Robert, es una historia muy ingeniosa, made in almodobar, su argumento es superlativo, fantastico, te mantiene en tensión durante todo su metraje, me encanta.

    Rafa, ex cuarto ferrari