Algunos sienten indignación, otros intentan ordenar las sensaciones provocadas. La mayoría experimenta el vacío. El último episodio de “Lost” ha revolucionado a todos sus seguidores siendo fiel a sus principios más elementales; emocionar y proponer una nueva y controvertida senda, esta vez sin continuidad lo cual entendemos que pueda llegar a enojar a los millones de espectadores que esperaban encontrar las tan ansiadas respuestas de la enigmática serie.
“Lost” cierra su círculo homenajeando a los que han sido sus verdaderos protagonistas, más allá de islas, electromágnetismos y osos polares; los personajes. Porque, en realidad, la serie comenzó como tal. Los capítulos 6x17 y 6x18 son un evidente tributo a todos los que viajaron en el Oceanic 815 o simplemente ya estaban allí. Seres que han marcado nuestras vidas durante seis años y que ahora se despiden no sin llegar al abrazo más íntimo con el espectador que depositó la confianza en ellos en un apabullante torrente de sensaciones como pocos productos audiovisuales actuales son capaces de generar.
Dijo Jacob a los últimos candidatos existentes que los había elegido por estar solos en sus vidas y decía Christian Shepard a Jack en los últimos minutos de la season finale: “La parte más importante de tu vida fue la que pasaste con esa gente. Por eso estais todos aquí. Nadie lo hace solo, Jack”. Paradójicamente este final contrasta con aquella frase del sufridor médico en el cierre de la segunda temporada; "Vivir juntos, morir solos" y que daba nombre al propio episodio. La pretensión de Cuse, Lindelof y compañia ha sido la de reformular esta máxima, inevitable para todos y cada uno de los seres del planeta, menos para (y he aquí la osadía de los guionistas) los protagonistas de "Perdidos".
El tan esperado final (es muy díficil acabar con unanimidad una serie de esta trascendencia) ha optado por tomar el camino de la fé (en sus personajes, en el misticismo de la resolución y en pasar olímpicamente de cualquier explicación científica) , en esa disyuntiva tan recurrente en la serie de J.J. Abrams entre ciencia y fé (de nuevo Jack y Locke y su "hombre de ciencia, hombre de fé"). De ahí que una ingente cantidad de fans hayan padecido la decepción al comprobar como los guionistas eligen el amor y el reencuentro por delante del ambicioso universo lleno de ramificaciones y preguntas sin resolver, que ellos mismos crearon. Haciendo un símil existencialista, es como obcecarse en entender el misterio de la vida menospreciando los momentos que esta nos brinda (tu primer beso, el nacimiento de un hijo, aquel regalo que te hizo tu padre o el mejor viaje que jamás hiciste). Atendiendo al desarrollo de la sexta temporada, era lógico esperar pocas soluciones y sí una confirmación de que la isla y sus guiños fantásticos y de ciencia-ficción no eran más que un McGuffin colosal o, porqué no decirlo, unas (benditas) argucias para alcanzar los 121 episodios y la media docena de temporadas protagonizadas por nuestros adorados personajes.
Es la explicación de los flashsideways (la única incógnita resuelta que contenía la season finale) tan presentes en la última temporada, la que suscita el debate y la polémica. Se trata de un momento bonito, una vez superada la sobrecogedora revelación. Asumiremos que antes o después nuestros personajes pasaron a mejor vida y que en el tránsito hacía ella, (llámalo limbo, llámalo X) hacía la luz que ponía el verdadero fin de sus existencias eligieron estar con quienes les proporcionaron sus mejores momentos, que son precisamente aquellos de los que fuimos testigos. Un cierre coherente con la idea inicial con que comenzó la serie,con el misticismo y los guiños biblicos que la salpicaron durante sus seis temporadas y que incluso los contertulios de Cuatro podrían comprender si rememorasen la muerte de Juliet en el último episodio de la quinta temporada y el primero de la sexta; uno muere (en este caso por la explosión de la bomba) y en su agonía elige ver aquello que más desea (una vida junto a Sawyer resumida en la cotidianidad de compartir un café) antes de cruzar el umbral que provoca la disolución absoluta en forma de puerta eclesiástica abierta por el primer "muerto" de "Lost", Christian Shepard.
Dijo Jacob a los últimos candidatos existentes que los había elegido por estar solos en sus vidas y decía Christian Shepard a Jack en los últimos minutos de la season finale: “La parte más importante de tu vida fue la que pasaste con esa gente. Por eso estais todos aquí. Nadie lo hace solo, Jack”. Paradójicamente este final contrasta con aquella frase del sufridor médico en el cierre de la segunda temporada; "Vivir juntos, morir solos" y que daba nombre al propio episodio. La pretensión de Cuse, Lindelof y compañia ha sido la de reformular esta máxima, inevitable para todos y cada uno de los seres del planeta, menos para (y he aquí la osadía de los guionistas) los protagonistas de "Perdidos".
El tan esperado final (es muy díficil acabar con unanimidad una serie de esta trascendencia) ha optado por tomar el camino de la fé (en sus personajes, en el misticismo de la resolución y en pasar olímpicamente de cualquier explicación científica) , en esa disyuntiva tan recurrente en la serie de J.J. Abrams entre ciencia y fé (de nuevo Jack y Locke y su "hombre de ciencia, hombre de fé"). De ahí que una ingente cantidad de fans hayan padecido la decepción al comprobar como los guionistas eligen el amor y el reencuentro por delante del ambicioso universo lleno de ramificaciones y preguntas sin resolver, que ellos mismos crearon. Haciendo un símil existencialista, es como obcecarse en entender el misterio de la vida menospreciando los momentos que esta nos brinda (tu primer beso, el nacimiento de un hijo, aquel regalo que te hizo tu padre o el mejor viaje que jamás hiciste). Atendiendo al desarrollo de la sexta temporada, era lógico esperar pocas soluciones y sí una confirmación de que la isla y sus guiños fantásticos y de ciencia-ficción no eran más que un McGuffin colosal o, porqué no decirlo, unas (benditas) argucias para alcanzar los 121 episodios y la media docena de temporadas protagonizadas por nuestros adorados personajes.
Es la explicación de los flashsideways (la única incógnita resuelta que contenía la season finale) tan presentes en la última temporada, la que suscita el debate y la polémica. Se trata de un momento bonito, una vez superada la sobrecogedora revelación. Asumiremos que antes o después nuestros personajes pasaron a mejor vida y que en el tránsito hacía ella, (llámalo limbo, llámalo X) hacía la luz que ponía el verdadero fin de sus existencias eligieron estar con quienes les proporcionaron sus mejores momentos, que son precisamente aquellos de los que fuimos testigos. Un cierre coherente con la idea inicial con que comenzó la serie,con el misticismo y los guiños biblicos que la salpicaron durante sus seis temporadas y que incluso los contertulios de Cuatro podrían comprender si rememorasen la muerte de Juliet en el último episodio de la quinta temporada y el primero de la sexta; uno muere (en este caso por la explosión de la bomba) y en su agonía elige ver aquello que más desea (una vida junto a Sawyer resumida en la cotidianidad de compartir un café) antes de cruzar el umbral que provoca la disolución absoluta en forma de puerta eclesiástica abierta por el primer "muerto" de "Lost", Christian Shepard.
"Lost" ha acabado llena de imperfecciones, sí, pero también tocando la fibra sensible de la audiencia como sólo las grandes narraciones pueden hacer. Lo ha hecho cíclicamente con una maravillosa recreación del arranque primigenio de este hito televisivo reforzada por el sobresaliente score musical de Michael Giacchino (la serie sin sus notas no tendría semejante calado) y cuyos bellisimos planos finales del atormentado cirujano protagonista quedarán grabados a fuego en todos nosotros como uno de los momentos más completos y conmovedores que ha parido la pequeña pantalla.
Entre medias, 6 años en que asistimos al cambio en la manera de acceder, ver, entender y deliberar un programa televisivo sin ni siquiera darnos cuenta de ello de tan preocupados que estabamos en que nuestro puño no apretase demasiado el corazón y nuestras lágrimas se secasen en el pañuelo adecuado.
Entre medias, 6 años en que asistimos al cambio en la manera de acceder, ver, entender y deliberar un programa televisivo sin ni siquiera darnos cuenta de ello de tan preocupados que estabamos en que nuestro puño no apretase demasiado el corazón y nuestras lágrimas se secasen en el pañuelo adecuado.
Me pareció un final magnífico. Un gran homenaje a los personajes que poblaban la isla que es lo siempre ha importado, mas que Dharma, mas que los otros y mas que la isla.
Ademas pensándolo bien ha habido mas respuestas de las que parece, lo que pasa es que en vez de condensarlas en el capítulo final, estaban esparcidas a lo largo de toda la sexta temporada. La temporada ha servido de final de la serie y el último episodio de final de los personjaes. Perfecto.
Aquí mi escrito sobre la final.
Un saludo.
Alberto Q.
http://traslaspuertas.wordpress.com
Yo confieso que el final NO me gustó. La serie es maravillosa en su conjunto pero me parece que el final es simplista y está pillado algo con pinzas. De todos modos, lo que cierra es el arco argumental de la sexta temporada, NO de toda la serie (en mi opinión).
LIVE ALONE, DIE TOGETHER (al revés del título de un capítulo que era LIVE TOGETHER, DIE ALONE).
Aceptable final pero no BUENO ni EXCELENTE (por desgracia)
Ya, efectivamente el capítulo se llama así, pero yo no quería expresar eso. LIVE TOGETHER, DIE TOGETHER, como dice Christian Sheppard (morirás con aquella gente con la que viviste tus mejores momentos). Es algo asi como "LIVE TOGETHER (on the island), DIE TOGETHER", porque llegaron a la isla siendo seres solitarios, consiguieron dejar de serlo para morir con esa gente encontrada.
Saludos
Yo sigo pensando que es el mejor final que esta serie pudo tener...
Soy Juanan, por cierto..
Hola Juanan! ;)
Lost, la mejor serie del mundo en verdad, logró mantenerme por años pegada a la trama y consternada por los sucesos, tengo que aceptar que el final en conjunto me encanto, es sierto que muchas cosas no se resolvieron, pero el echo de que recordaras sus momentos mas hermosos con el simple echo d tocar a esa persona es simplemente mágico, recuerden que aunque quedaron muchas dudas, la serie fue muy buena siempre por crear misterio y así finalizó, porque no importa todo lo que haya pasado, estaban muerto, todo puede pasar...
Ojala en vdd asi fuera el final de nuestras vidas, por lomenos de la mía, irte en compañía de aquella o aquellas personas que amaste y estuvieron ahí siempre.
saludos y mis respetos a esta serie en vdd!
Indira