A principios de la década de los 00 fueron los orientales los que vieron como sus productos del llamado “J-Horror” eran acribillados a remakes norteamericanos debido al éxito de películas como "Ringu". Los yankis hicieron suyo el terror de niñas de pelo lacio y piel pálida que salían de televisores y niños “gatunos” que emitían chillidos desquiciantes.
Agotada la fórmula (“Mirrors” de Alexandre Ajá” fue uno de sus últimos exponentes) y ante la necesidad de mantener un género, el de terror, que siempre ha gozado de gran popularidad entre el público adolescente, ávido de films que les prometan sustos fáciles y golpes de sonido inesperados, el visor del “copy-paste hollywoodiense” mira ahora hacía su propio territorio pero con un retroceso en el tiempo de 40 años atrás apuntando a aquel terror sucio, profundo y repleto de buenas ideas argumentales que hizo de la década de los 70 una de las más prolíficas y recordadas en el género del terror y de gente como Wes Craven, John Carpenter o George A.Romero nombres clave para entender este género.
El retorno de la extravagante y rural familia caníbal de Leatherface en el remake de “La Matanza de Texas” (Marcus Nispel, 2003) con su posterior precuela, “La Matanza de Texas; el origen” (Jonathan Liebesman, 2006) y la excelente acogida crítica de “Las colinas tienen ojos” (2006), el salto Hollywoodiense del nuevo niño mimado del género, el francés Ajá, abrió la veda. El film del francés fue el primero de los remakes de cintas de Wes Craven, a los que más tarde se unirían “La última casa a la izquierda” (Dennis Iliadis, 2009) en un afortunada operación que eliminaba el peculiar humor del original de Craven (1972) dotando de mayor veracidad al producto, o la futura “Pesadilla en Elm Street”, título mítico de los 80 y de la propia carrera de Craven que nos devolverá este mismo verano a uno de nuestros malvados más queridos, Freddy Krueger, ahora encarnado por el actor Jackie Earle Haley (“Little Children”).
No han sido Krueger y Leatherface, los únicos “monstruos” de entidad y calado popular que ha sido resucitado para la ocasión; Michael Myers el asesino de complejo edípico volvió en 2007 y 2009 a hacer de las suyas en sendos remakes dirigidos por Rob Zombie, “Halloween: El Origen” y “Halloween II”, al igual que otro memorable “slasher”, “Viernes 13” devolvía al mundo del crimen con careta de Hockey a Jason Voorhees en “Viernes 13” (Marcus Nispel, 2009).
Pero hay más; “Negra Navidad” (Glen Morgan, 2006) remake de otro recordado “slasher” setentero, “Navidades Negras” en este caso dirigido por Bob Clark y “Hermandad de Sangre” (Stewart Hendler, 2009) nueva versión del film de 1983 “Siete mujeres atrapadas” hacían de las residencias de estudiantes (femeninas) todo un matadero lleno de hemoglobina.
Claro que no es mejor trabajar que estudiar si hablamos de sobrevivir. Camilla Belle hacía de canguro en sus horas libres en “Cuando llama a un extraño” (Simon West, 2006) remake de “Llama un extraño” (1979) y tampoco así se libraba del insistente y escurridizo asesino en serie y “The House of devil” (Ti West, 2009) rizaba el rizo; este film en el que una cuidadora de niños es reclamada para hacer un trabajo de noche en una extraña y satánica casa no es un remake en sí, sino que intentaba recrear a todas aquellas películas setenteras de las que venimos hablando.
Fantasmas, zombies, infectados, animales salvajes, y extrañas criaturas de origen desconocidos acompañan al amplio repertorio de asesinos en serie objeto de remake. “Amanecer de los muertos” (Zack Snyder, 2004) fue muy aplaudida gracias al buen hacer y el respeto de Zack Snyder hacía el original de George A.Romero (“Zombie”, 1978) y “The Crazies” (Breck Eisner 2010) actualizaba la idea de un arma química causante de la violenta locura de los habitantes de un pequeño pueblecito que en su día (1973) tuvo el director de “La noche de los muertos vivientes” y "El Padrastro" (Nelson McCormick, 2009) nos presentaba a un hombre bipolar con la singular aficción de buscar señoras separadas y divorcias para posteriormente ganarse su confianza y acabar con la vida de sus familias. Terry O´ Quinn (más conocido como John Locke) fue su protagonista ochentero y Dylan Walsh ("Nip/Tuck") el de su remake, no demasiado afortunado, por cierto.
“La morada del miedo” (Andrew Douglas, 2005) volvía a habitar de la casa encantada de Amytville, aquella que ya ocuparon James Brolin y Margot Kidder en 1979 y tampoco era muy halagüeño el hogar del pequeño pero maldito Damien de “La Profecía” (John Moore, 2006) remake del film original de Richard Donner con Gregory Peck.
Con las nuevas versiones en producción de títulos de gran importancia como "Aullidos" (Joe Dante, 1981), "Poltergeist" (Tobe Hooper, 1982) y sobre todo "Piranha" (Joe Dante, 1978) acogiendose al nuevo formato en 3 dimensiones, la "nueva" corriente de cine de terror se garantiza su existencía y también su éxito a medio plazo ahora que la fórmula está en su punto más álgido gracias al buen resultado de algunos de los citados títulos ("The Crazies" o "La última casa a la izquierda"). Disfrutémoslo hasta que el terror mire hacía otro lado.
Lo de Freddy es una pena, una buena parte de lo atractivo del original de Wes Craven fue precisamente su originalidad tanto argumental pero principalmente en cuanto a recursos visuales, con la implementación del látex líquido se pudieron hacer físicas las metáforas del horror. Fue una epoca muy efervecente e importante para el género. Hoy 25 años después sin siquiera esmerarse un poco, M. Bay insiste en regurgitar el clásico despojándolo de todo lo que lo hizo clásico en primer lugar, ignorante por completo de aquello que pretende homenajear.
Comparto lo que Mr. Soames ha dicho y me queda sólo por preguntarme si en el cine de terror todo tiempo pasado fue mejor??...
Pues sí, y además por la crítica tan negativa que el remake ha recibido hasta el momento, ha quedado patente que un personaje como Krueger y una saga tan marcada como la de Elm Street no merecían una actualización o revisión.
Y es que hay casos como el de "The Crazies" en que un remake puede entenderse, pero otros como el de "Elm Street" o el que Gus Van Sant hizo de "Psicosi" en los años 90 o el que se prepara de "Rescate en Nueva York" que por la importancia y popularidad de la obra original hacen del remake algo innecesario y totalmente erroneo.
Y sí, el cine de terror ha tenido momentos pasados de esplendor y en los que se creó escuela. Desde luego este actual no es uno de esos momentos y sí epocas como los años 70 y 80 que citamos, o los descubrimientos que realizaron en el género gente como Torneur, Hitchcock o Clouzot.
Saludos!
Bueno, ese es un gran ejemplo, me parece que el remake de Rescate en Nueva York es una falta de cordura. Lo peor de todo, es que el clásico de Carpenter sea hecho por Len Wiseman que, a mi parecer, a la no tan buena Duro de matar (en España me parece que se conoció como ¿¿La jungla??) la terminó por volverla impresentable.
Yo pienso de que se trata de un afán de popularidad. Deben pensar que por que se trató de un film consagrado, se vuelva a repetir esa consagración. Además ¿pensarán que estas segundas vueltas logren renovar una estética que, y perdón mi pesimismo, no volverá más?
Primero que nada, buenas tardes.
Yo opino que ya es suficiente con los remakes, deben crear buenas ideas nuevas, es especial en el cine de terror que en los ultimos anos es un genero que va en caida libre.
Sin embargo, hay algunos remakes que valen la pena, para mi uno de los que mencionas me agrado muchisimo que es "La Morada del Miedo" de Andrew Douglas, me parece incluso de mejor nivel que la original, creo que es primera vez que estoy de acuerdo con tantos cambios en el guión de un remake con respecto a la original. Al igual que algunos remakes de peliculas orientales tambien como el aro o en especial possession (Joel Bergvall y Simon sandquist, 2009), que si bien no superan a sus originales, no son en terminos generales malas!.
Saludos,
Giacinto