
Para los espectadores que nacimos en los 80, “Heroes” de Pau Freixas supone abandonar por un rato la treintena para retrotraerse a tiempos pasados. En un ejercicio de nostalgia similar al que sentimos cuando nos adentramos en los libros “Papel y plástico” de Oscar Lombana, “Heroes” nos recuerda que no hace tanto tiempo usábamos relojes Casio con calculadora, pasábamos las tardes dándole a los pedales de nuestra BH, comiendo helados “Dracula” o leyendo tebeos de Bruguera sin que las horas pareciesen pasar.



De clásica puesta en escena y planteada en dos tiempos; pasado, encarnado por los niños protagonistas (de los cuales Freixas consigue buenas interpretaciones) y presente, protagonizados por Alex Brendemuhl y la olvidada Eva Santolaria, y guardándose alguna sorpresa para su parte final, “Heroes” exprime al máximo el efecto de la añoranza y exige al espectador total complicidad con su propuesta, algo que probablemente solo encontrará en el público que creció viendo “La historia interminable” y “Loca academia de policía”. A ellos, está dirigida “Heroes” y solo ellos entenderán, reirán y llorarán con una película generacional que pueden tomar como propia. De otro modo no será dificil irritarse por la pomposa música de Arnau Bataller o por la sensiblería de su narración, un riesgo que Freixas parece conocer pero al que acabará venciendo gracias a la sinceridad, honestidad y emotividad con la que viaja a aquella década prodigiosa en la que vivimos sin apenas preocupaciones.
Estoy deseando verla. Además vale la pena ver y leer todo lo que hace Albert Espinosa.
Un saludo!!