Para los espectadores que nacimos en los 80, “Heroes” de Pau Freixas supone abandonar por un rato la treintena para retrotraerse a tiempos pasados. En un ejercicio de nostalgia similar al que sentimos cuando nos adentramos en los libros “Papel y plástico” de Oscar Lombana, “Heroes” nos recuerda que no hace tanto tiempo usábamos relojes Casio con calculadora, pasábamos las tardes dándole a los pedales de nuestra BH, comiendo helados “Dracula” o leyendo tebeos de Bruguera sin que las horas pareciesen pasar.
Con su segunda película tras las cámaras, Freixas ha hecho la película ochentera que el cine español jamás hizo en los ochenta, década donde el cine familiar se encontraba en su punto mas álgido gracias a la enorme sabiduría en el cine de entretenimiento de realizadores como Steven Spielberg, Robert Zemeckis, Richard Donner, Joe Dante o John Hughes.
Homenajeando sin tapujos a los clásicos de aquella época y presentando una propuesta tan edulcorada como melancólica, Freixas y Albert Espinosa (guionista que trabajó con Mercero en “Planta Cuarta”, probablemente el director español que mejor captò la esencia de aquel cine de evasión) ofrecen un híbrido autóctono de “Los Goonies”, “Cuenta conmigo”, “Mi Chica”, “Verano Azul” o “E.T” con esta historia de amistad e imaginación que no reniega el drama y que camina en una línea muy delgada entre lo emotivo y lo sensibloide no olvidando todos los elementos que hacen completo a un producto de estas características; amores de verano, amigos con discapacidad, familia disfuncional y una aventura infantil con ciertas dosis de fantasía.
De clásica puesta en escena y planteada en dos tiempos; pasado, encarnado por los niños protagonistas (de los cuales Freixas consigue buenas interpretaciones) y presente, protagonizados por Alex Brendemuhl y la olvidada Eva Santolaria, y guardándose alguna sorpresa para su parte final, “Heroes” exprime al máximo el efecto de la añoranza y exige al espectador total complicidad con su propuesta, algo que probablemente solo encontrará en el público que creció viendo “La historia interminable” y “Loca academia de policía”. A ellos, está dirigida “Heroes” y solo ellos entenderán, reirán y llorarán con una película generacional que pueden tomar como propia. De otro modo no será dificil irritarse por la pomposa música de Arnau Bataller o por la sensiblería de su narración, un riesgo que Freixas parece conocer pero al que acabará venciendo gracias a la sinceridad, honestidad y emotividad con la que viaja a aquella década prodigiosa en la que vivimos sin apenas preocupaciones.
Estoy deseando verla. Además vale la pena ver y leer todo lo que hace Albert Espinosa.
Un saludo!!