EL PREMIO

El fallecimiento del guionista Ernest Lehmann me ha llevado a visionar una de sus peliculas, que tenia pendiente en mi videoteca desde hace tiempo.

Se trata de "El Premio" ("The Prize"), pelicula dirigida por Mark Robson en el año 1963.
La cinta narra los dias previos a la entrega de los premios Nobel en la ciudad de Estocolmo. Allí se reunen todos los premiados, no demasiado calmados, pues cada uno de ellos mantiene alguna disputa con mujer, compañero, madre o lo que este a su lado.Entre todos ellos encontramos a una dulce pareja de tio y sobrina, encarnados por un ya entrado en años Edward G. Robinson y Diane Baker con secretos politicos de fondo y a un escritor alcoholico y mujeriego, que interpreta Paul Newman.

"El Premio" es una suerte de "Con la muerte en los talones". Suponemos que el proyecto fue un encargo con la sana intención de repetir el el exito de la cinta de Hitchcock y Lehmann resolvió multitud de situaciones de guion del mismo modo en que lo hiciese en la popular cinta del orondo director inglés.

Durante sus primeros minutos, "El Premio" parece una comedia ligera, con un Paul Newman en plan ganso, pero efectivo. Resulta gracioso verlo durante muchisimo tiempo con una copa tras otra en la mano, e intentando ligotear con cualquiera. Francamente, la pelicula funciona en esta faceta desenfadada, mientras se allana el camino hacía el misterio con la presentación de los personajes de Robinson y su sobrina, al tiempo que da vía libre a la improvisación cómica Newman.

Como ya hiciese en "Con la muerte en los talones", Lehmann busca el equilibrio entre humor y suspense, por lo que "El Premio" salta entre géneros (en ocasiones, demasiado precipitamente) mezlando investigación, crimenes y cierta ligereza en la narración. Desafortunadamente Mark Robson no es Hitchcock y es inevitable no recordar una y otra vez la citada cinta del inglés mientras uno contempla "El Premio". Destacan tres situaciones descaradamente similares:

1. En "Con la muerte en los talones", Cary Grant es secuestrado y llevado a la casa del villano James Mason. Alli le amenazan, emborrachan e intentan asesinarlo. Grant logra escapar y vuelve a la casa de Mason con la policia para denunciar los hechos. Les recibe una mujer amablemente, fingiendo que nada ha pasado, incluso la estanteria de bebidas ha cambiado y ahora, a ojos de todos, es una estanteria de libros. La policia cree que todo es producto de la borrachera de Cary Grant.

En "El Premio", Paul Newman es citado misteriosamente en una casa, a la que este acude, y ve un cuerpo recien asesinado delante del televisor. El asesino persigue a Newman y lo tira al rio, intentando acabar con su vida, pero sin exito. Newman vuelve, mas tarde, al lugar del crimen.Una mujer les recibe atentamente y dice no acordarse de Newman. Incluso no existe el citado televisor. La policia no cree a Newman, al cual es habitual verle bebido.

2. En "Con la muerte en los talones" , Cary Grant esta indefenso en medio de un campo de trigo. Una avioneta intenta matarlo.
En "El Premio", Paul Newman esta indefenso en medio de un puente. Un coche intenta matarlo.

3. Y la escena que guarda más similitudes: En "Con la muerte en los talones" Cary Grant es perseguido por los dos matones. Este entra en una subasta y arma un escandalo para que la policia acuda y asi poder salir seguro del lugar.
En "El Premio", Paul Newman es perseguido por dos matones. Este entra en una convencion de nudismo y arma un escandalo para que la policia acuda y asi poder salir seguro del lugar.

Tres copias de guión demasiado sospechosas. La productora buscó claramente repetir el exito de las cintas persecutorias de Hitchcock, dotando a la cinta del humor a traves del lucimiento de su galan protagonista.

A pesar de esta sensación constante de deja vú, la cinta divierte, emociona, tiene actrices glamourosas, un marco elegante como Estocolmo, un galan de la talla de Newman, un villano de la altura de Robinson y ademas aparece Leo G. Carroll, estandarte de este tipo de cintas y una evidente declaracion de intenciones de "El Premio", cinta hitchcockiana de las que ya no se hacen.