SUPERMAL

Que conste que acudí a ver "Superman Returns" de Bryan Singer, sin estar bajo los efectos o la influencia del Superman de Donner, a pesar de que su sombra es muy alargada y ni siquiera el director de este nuevo refrito heroico, ha sido capaz de olvidar a su película matriz a la hora de crear esta nueva aproximación al superheroe.De la comparación con su original, "Superman Returns", perdería por una goleada escandalosa, por eso trataré de emparentarla lo menos posible con la primera, a fin de no sacarle los colores en exceso.

"Superman Returns" posee ese mal atávico que tiene el cine actual, el cual es capaz de cegar las ideas de aquellos directores prometedores que se meten en proyectos colosales, convirtiendolos en meros robots al servicio de los efectos especiales por ordenador. De este modo, películas como "Batman Begins" de Christopher Nolan, evidencian la sumisión del director de contrastado talento a ese universo de acción desmesurada, asi como ahora, Bryan Singer, capaz de realizar la excelente "Sospechosos Habituales" se olvida del verdadero espiritu de lo que se quiere contar para montar un desaguisado de tamaña importancia.

Es lamentable el que personajes como Superman o Batman, sean utilizados como simples excusas argumentales para formar películas del monton, en donde lo importante no radica en mostrar la personalidad y el universo del personaje en cuestión, sino en ofrecer los mejores efectos visuales hasta la fecha, en un ejemplo de insensatez, propio de aquel que tiene un diamante entre sus manos y no sabe como pulirlo.

Este "Superman Returns" hace aguas por todos los lados y por muchas veces que su director, Bryan Singer, haya visto la cinta de Donner, parece no haber aprendido nada de ella. Como digo, Singer la tiene muy presente, pero no ha captado lo verdaderamente importante de aquella, que se sostenia en la descripción del conflicto personal de Superman entre su condición de humano y superheroe, su amor imposible por Lois Lane y las dosis necesarias y atinadas de acción que requeria un personaje así. Nada de eso parece importarle a Singer, en cambio si que tiene tiempo en sus larguisimas y tediosas, dos horas y media, para calcar la secuencia de vuelo romántico entre Lois y Lane, recuperar informáticamente a Marlon Brando (algo, que se antoja innecesario a poco que se analice, y que demuestra la obsesión que ha tenido en esta ocasion Singer con los efectos especiales), retrotraer la estética del Daily Planet o de la casa de Martha Kent.

Es triste el ver como Singer olvida de un modo tan evidente la verdadera esencia de "Superman" para quedarse unicamente con lo superficial de aquellas cintas originales.La lectura que hace "Superman Returns" de sus personajes es atropellada, abrupta, estereotipada (no hay más que ver a Lex Luthor y sus secuaces para entenderlo) y en algunos momentos erronea. Lois Lane, otrora, olvidadiza, verborreica y graciosa, es ahora antipática, arrogante y fria. Algo incomprensible.En lo que a las interpretaciones se refiera, Brandon Routh hace lo que puede para que no nos venga el recuerdo del gran Christopher Reeve, pero no lo consigue, a pesar de su empeño. Ni Kevin Spacey se salvaria de la quema, con su recreación de un Lex Luthor que no está ni pasado de vueltas ni tampoco inexpresivo. ¿Contenido? Pues tampoco. Simplemente irrelevante.

Por otro lado, quiero creer que la ambientación de "Superman Returns" es atemporal. De otro modo, no seria comprensible que todos vistiesen con atuendos de los años 50 o 60 o que el Daily Planet pareciese una redacción de aquella época, y que al mismo tiempo, aviones y barcos de último modelo, ordenadores y móviles de nueva generación y todo tipo de avances tecnológicos campasen a sus anchas por la película.

Es "Superman Returns" una película recargada, horripilantemente rodada en sus secuencias de acción. Está llena de primeros planos y planos aberrantes, y sus detalles muestran lo insignificante. Es muy arduo el visionado de esta película. Con una fotografía oscurisima, que incluso sombrea rostros a su antojo, con un exceso de escenas frenéticas, nada claras. Mal rodadas, en definitiva. De nada sirve gastarte una pasta en las escenas de acción si tu director monta un batiburrillo en el que nada es visible.
Así transcurre este "Superman" de nuevo cuño, sin ni siquiera hablarnos con detenimiento del verdadero protagonista de la función, que no es otro que Superman. Craso error.


Dan Harris y Michael Dougherty son los responsables del guión de la cinta. Ambos trabajaron para Singer en "X-Men 2". Han sido capaces de planear secuencias de verguenza ajena e introducir un pequeño e insustancial rollo folletinesco entre los personajes de Clark, Superman, Lois, el novio de esta y el hijo de ambos. Increible pero cierto. Y para colmo de los colmos, Singer le ha puesto un ritmo pesadisimo a la película, la cual adolece de tremendos bajones de ritmo.

Todo esto es lo que ofrece "Superman Returns", que tan solo merece la pena, por ver sus títulos iniciales, (creados a imagen y semejanza de los de la cinta de Richard Donner) mientras suena la potente y magnífica música de John Williams. Ahí se pondrán los pelos del espectador, como escarpias. Las dos horas y media siguientes son para dejarse llevar por el sueño más profundo. Que añoranza de aquel cine que nos contaba aventuras sin alardes desproporcionados. Y que diferencia tan abismal existe entre "Superman" y "Superman Returns". Una gran decepción que ejemplifica el estado del cine americano actual.