2 de octubre de 2009

La tarde era lluviosa, como se adivinaba tras los ventanales de la bien denominada sala Pepe Isbert del Teatro Circo albaceteño. Barry Gifford se toma un té caliente para combatir la sensación de humedad y nos atiende amablemente minutos antes de comenzar una nueva sesión de su “Masterclass” en el festival Abycine, en la que hablará de una de las películas de su propia selección; "La pistola de mi hermano" junto a Ray Loriga.

Hasta ese momento solo ha compartido dos de sus encuentros cinéfilos con el público de Albacete, suficientes para sacar pequeñas conclusiones: - “Lo que más he apreciado en estos primeros días es el entusiasmo del público y de los organizadores del festival”.

La itinerancia que le ha proporcionado su carrera le ha permitido vivir y compartir experiencias literarias y cinematográficas alrededor de todo el mundo; - “En EEUU se consume mucha más televisión que en Europa e incluso muchos de sus realizadores dirigen sus películas como si un fuesen películas televisivas. El tipo de realizador que me interesa es aquel que quiere cautivar al público con la narración de una historia. Desde luego hay sitio para todo tipo de cine, yo acepto el cine de entretenimiento, pero prefiero las películas pequeñas y literarias, aunque lamentablemente están perdiendo en medio de todo el enjambre de películas que existe en la actualidad”.

Gifford ha trabajado en Norteamérica junto a directores de la talla de David Lynch o en nuestro país junto a Alex de la Iglesia, aunque Gifford nos relata la que es su experiencia más peculiar hasta la fecha, la película rumana “The Phantom Father” de Lucian Georgescu basada en una historia suya y para la que también se guarda un pequeño papel; - “Era apasionante observar como en Rumania rodaban al más puro estilo del cine clásico, de la época de los Estudios, como si se volviese a 1945, la gente técnica es maravillosa. Es como volver al pasado.”-

No podemos resistirnos a preguntarle por la turbadora persona de David Lynch con quien Gifford trabajó en “Corazón Salvaje” y “Carretera Perdida”; ¿Cómo es David Lynch? ¿Es su personalidad tan poco usual como sus películas? – “Ambos trabajamos de un modo muy duro, muy instintivo. Él es un tipo muy claro y directo, hay una gran sincronía. Estamos en la misma onda. Alguien dijo una vez que David coge lo ordinario y hace que parezca extraordinario, y que yo cojo lo extraordinario y hago que parezca ordinario. Al escuchar esta sentencia Lynch dijo “si eso es lo que piensan de nosotros, allá ellos”-

Junto a Gifford, el gran reclamo de este Abycine más allá de sus cortos y películas ha sido el actor Matt Dillon. Juntos llevaron a cabo “La ciudad de los fantasmas”. ¿Qué aportó Matt Dillon a Barry Gifford? - “El dinero”- , bromea el escritor. - “En realidad, trabajamos desde el inicio sin una garantía económica, igual que cuando escribo un libro. Dillon aportó gran pasión y entusiasmo, viene de una familia artística, su tío dibujaba los comics de Flash Gordon y Jungle Jim y Matt tiene esa vena. Sabía perfectamente como quería plasmar las imágenes de la historia”

Con su presencia en Abycine hemos conocido al Barry Gifford más cinéfilo. Pero no podemos dejarle ir sin formularle una última y personal cuestión sobre el séptimo arte. ¿Qué realizadores prefiere? –“Me gusta el director inusual, el director original, el que hace una primera película e intenta innovar” – “Iñarritu me encanta, es un director muy interesante”.

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Written by Roberto García

Escrito con mucho esmero e ilusión desde Albacete. Comenta si te apetece y si no, escucha nuestro programa de radio, que también tiene su aquel.

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