Tienen dos películas como “Adventureland” y “Zombieland” numerosas coincidencias; su título, rematado con el sufijo “land”, su año de producción que las ha llevado a compartir cartelera, la presencia del joven actor Jesse Eissenberg dentro un personaje prácticamente calcado, una chica mona de la que enamorarse, un parque de atracciones como espacio donde desarrollar la historia y un claro toque de modesta producción norteamericana. Y lo más importante, tanto la una como la otra provocan esa sensación de satisfacción y sintonía en el espectador una vez encendidas las luces de la sala.
“Adventureland” apareció sin hacer ruido. Tan sigilosamente como llega su protagonista, James, al dudoso parque de atracciones en el que le tocará trabajar el último verano antes de la Universidad.
Porque efectivamente, “Adventureland” es otra de esas películas de adolescentes en su despertar personal, sentimental y sexual, pero no una cualquiera. Aquí no hay desmadre juerguista rollo “American Pie” ni suena la almibarada música de Michel Legrand como en “Verano del 42”. Lo que hay es una sensata y sincera descripción de esa difícil etapa de indefinición adolescente, cargada de inseguridades y expectativas. El que más y el que menos ha pasado por ahí y lo ha hecho con la vulnerabilidad del protagonista de “Adventureland”.
La naturalidad con la que Greg Mottola (director de “Supersalidos”) se aproxima a este periodo trascendental de nuestras existencias y el acertadísimo casting que lo interpreta (donde encontramos a Kristen Stewart, la protagonista de “Crepúsculo”) provoca un alto grado de identificación en el espectador. La película fluye entre el drama y la comedia con sencillez y encanto, retrotrayéndonos a una época, los 80, y sorprendiéndonos por su enorme capacidad para describir algo tan difícil como es “la normalidad”. Y entre toda la maraña de dudas, vocaciones frustradas y trabajos forzados existe un romance encantador donde predominan los altibajos sentimentales. “Adventureland” está llena de perdedores que (a veces) ganan y “triunfadores” que (en ocasiones) fracasan, pero sobre todo es una película de gente que acierta y se equivoca. Como la vida misma. Mottola ha hecho la película sorpresa de la temporada.
Tampoco necesita “Zombieland” crear héroes y villanos. Solo definir unas reglas a medio camino entre lo práctico y lo absurdo que permitan sobrevivir a un ataque zombie. La cinta debut de Rubén Fleischer va al grano; sus pretensiones son escasas y su único interés radica en ser la película apocalíptica menos seria de la historia. De otro modo no sería posible que los peligrosos zombies se moviesen al ritmo de Metallica o que un tipo duro y malhablado con hechuras de vaquero profundo como el que interpreta Woody Harrelson solo ansié matar muertos vivientes para conseguir un pastelito marca “twinkie”.
“Zombieland” es, por tanto, un cachondeo desde su primer minuto. Una road movie cien por cien disfrutable y tan consciente de su ligera condición que puestos a no pretender no pretende ni alcanzar los 90 minutos de duración.
De nuevo nos encontramos ante un bien seleccionado cuarteto protagonista, donde sobresale Eissenberg dentro de la piel de un joven pardillo por fuera pero metódico y resuelto en el interior, Harrelson al cual el guión le dedica las mejores frases del evento y dos jovenes hermanas en las que destaca la prometedora Emma Stone. Hay química entre todos ellos.
"Zombies party" ("Shaun of the dead") vendrá rapidamente al recuerdo, aunque su humor partía de un lugar muy diferente, la parodia. En "Zombieland" hay sitio para la comedia más grotesca, para la casquería fina, para el romance y por supuesto, para los planos obligados del cine apocalíptico. También para encontrar una insólita utilidad a las atracciones de feria en su climax final e incluso para ofrecer a Bill Murray la aparición más perdurable que ha hecho en mucho tiempo. "Zombieland" es un cóctel entre lo humilde y lo canalla, más que apetecible.
Bill Murray se sale en el cameo de "Zombieland". Me encantó la peli (la vi en versión original subtitulada porque me la descargué hace un mes). Auque eso sí, me gustó más "Zombies party (The Shawn of the dead)".
"Adventureland" todavía no la he visto.
Muy buena reseña, yo añadiría si se me permite que del mismo modo que en Adventureland se destaca esa transición adolescente de una manera satisfactoria, destacaría que en este film se nos viene a transmitir a través de un joven encerrado en sí mismo las dificultades que se tienen en muchas ocasiones de enfrentarse a un mundo exterior que en numerosos momentos está llamando incesante a nuestra puerta.
Un saludo.
Ángel; "Zombies party" y "Zombieland" tienen un humor bastante diferente. La primera es una parodía con toques britanicos, la segunda tira por el lado del humor más americano (no hay más que ver a ese paleto profundo encarnado por Harrelson). Ambas en su linea son acertadas, aunque yo también me quedo con "Zombies party".
Kiryu; Muy de acuerdo contigo. Nada es fácil para el protagonista de "Adventureland". La muestra es que al final acaba huyendo de su realidad y empezando una nueva vida con lo único en lo que él ha apostado. Todo lo que dejó atrás suponia decepciones y dificultades (su carrera frustrada, el egoismo paternal, su mejor amigo, etc).
Saludos!