Cuenta Spielberg que una crítica francesa sobre “En busca del arca perdida” le puso, hace ya más de 30 años, sobre la pista de un personaje tan intrépido como su recién creado Indiana Jones. Spielberg investigó sobre la figura de este personaje de historietas europeo creado por Hergé y encontró en “Tintín” un amplio catálogo de sus inquietudes aventureras, esas con las que, precisamente, acababa de maravillar al planeta gracias a su héroe de sombrero y látigo. Raudo y veloz, el realizador norteamericano compró los derechos de las historias de Tintín para la gran pantalla, la cual mantenía una deuda con el personaje desde años atrás debido a sus más que “dudosas” adaptaciones al cine.
No ha sido hasta ahora cuando el director de “Tiburón” se ha atrevido a contar las hazañas del joven reportero en lo que supone un reto doble para Spielberg; por un lado crear una franquicia a la altura del personaje (respetado y muy querido en el viejo continente pero desconocido en los USA) y por otro, dar con la clave de la controvertida técnica conocida como “motion capture” que le permitiese recrear sin obstáculo alguno los fascinantes universos que reclamaban los comics de Hergé.
Quizá a ello se deba la colaboración para la ocasión de Peter Jackson, gran conocedor de las viñetas y sobre todo, alma mater de la figura de Gollum, la primera y más conseguida criatura lograda con esta técnica sobre la que recaían continuas dudas en lo que a movimientos y expresión gestual se refiere (véase el plano formal de películas como “Polar Express”, “Beowulf” o “Cuento de Navidad”, todas ellas de Robert Zemeckis).
Adaptando los libros “El Secreto del Unicornio”, “El tesoro de Rackham el rojo” y “El cangrejo de las pinzas de oro”, Spielberg ha completado por fin su ansiada misión, habiendo concebido una película que despeja cualquier tipo de duda sobre la técnica utilizada y que devuelve a director al trono del rey del entretenimiento perdido con “El reino de la calavera de cristal”.
Con unos créditos iniciales “Saul Bass´ style” que traen a la mente los de “Atrápame si puedes” (también su banda sonora, como no, de John Williams), Spielberg abre la película con un prólogo parisino lleno de slapstick y que sirve como presentación del mítico personaje (encarnado por Jamie Bell) y su inseparable Milú así como también de punto de partida a la montaña rusa que está por venir. Porque si algo es “Las aventuras de Tintín, el secreto del Unicornio” es una cinta desbordante (tanto que en ocasiones desbordará al espectador) de ritmo frenético, en la que secuencias de acción y localizaciones se suceden sin tregua y cuyos personajes (menos carismáticos en pantalla de lo esperado) pasan a la acción desde su bien temprana aparición en pantalla.
Aprovechando (o no) las posibilidades de las tres dimensiones, formato en el que también ha sido rodada “Tintín”, Spielberg parece disfrutar con las múltiples alternativas que los nuevos medios le ofrecen componiendo una dinámica y agitada sucesión de “set pieces” aventureras donde la profundidad de campo y los imposibles movimientos de cámara se adueñan del relato una (la persecución en Marruecos) y otra vez (el flashback pirata que redime a Spielberg de todo lo rodado en “Hook”), aunque puestos a elegir, aquellas secuencias en las que el director introduce la pausa, el pulso y el sentido del humor (la actuación operística de Bianca Castafiore) son las que nos recuerdan al mejor Spielberg de “Indiana Jones”.
La franquicia ya está creada en la medida justa para gustar a amantes de las historietas, conocedores de ellas o a los que ignoran de su existencia. Pendientes de un aterrizaje exitoso del rubio reportero en los EEUU, de lo que no cabe duda es de que con “Las aventuras de Tintín: el secreto del unicornio” Spielberg ha vuelto a abrir un nuevo y (por fín) viable sendero en el séptimo arte, el del “motion capture”, sobre el cual jamás nos volveremos a preguntar el porqué de ver a actores de carne y hueso trabajar para finalmente asistir a una película animada.
Ya quiero ver esta película, hace varios meses ya que la espero. En Diciembre por fin llega a mi país. Saludos y espero que pases por mi Blog de cine.
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